Los antioxidantes más potentes para el “envejecimiento”

El glutatión, pseudopéptido compuesto por tres aminoácidos (glicina, cisteína y glutamato), es producido naturalmente por el hígado y por tanto se encuentra en todo nuestro organismo. Por esta razón se le considera un “antioxidante endógeno“: contrariamente a la mayoría de los demás antioxidantes potentes, esta molécula ya está presente en estado natural en nuestro organismo.

No obstante, al cabo de 45 años, la producción de glutatión disminuye drásticamente. Esta producción también es afectada por el deporte intenso y por ciertos trastornos. Por esa razón, los naturópatas recomiendan frecuentemente curas de complementos alimenticios de glutatión (de tipo Reduced Glutathione).

LA ASTAXANTINA

El carotenoide más potente presente en estado natural en numerosos mariscos y pescados como el salmón, la trucha y las gambas, pero también el plancton y el kril, laastaxantina es un pigmento rojo anaranjado producido especialmente por unas algas. Por eso se encuentra en casi toda la cadena alimentaria marina: es él el que da el color de la carne al salmón, de la concha a los crustáceos, etc.

LA RIBOFLAVINA (VITAMINA B2)

La vitamina B2, o riboflavina, fue aislada por científicos en 1933 en la leche: por eso ésta también se llama “lactoflavina”. Esta vitamina es necesaria para la síntesis de varias enzimas implicadas en la producción de energía y en la protección de las células contra el estrés oxidativo. Los productos lácteos, contribuye: al metabolismo energético normal; al funcionamiento normal del sistema nervioso; al mantenimiento de una piel y de mucosas normales; a la visión normal; al mantenimiento de glóbulos rojos normales; al metabolismo normal del hierro; a la disminución del cansancio; a la protección de las células contra los radicales libres (efecto antioxidante).

EL SELENIO

El selenio, presente en el suelo en cantidades desiguales según las regiones del mundo y, por tanto, presente siempre en cantidades desiguales en el conjunto de la cadena alimentaria, es un oligoelemento importante en el organismo, ya que participa, con la vitamina E, en la actividad de la glutatión peroxidasa, mencionada anteriormente.

LA VITAMINA C

El ácido ascórbico (también conocido como la vitamina C) es sin duda la vitamina antioxidante más conocida del público en general. Ésta está presente en muchos alimentos – pero no necesariamente en los que se piensa: se encuentra en especial en gran cantidad en los pimientos, el perejil y la col.

La vitamina C contribuye, según la EFSA (5): a la formación normal del colágeno necesario para el buen funcionamiento de los vasos sanguíneos, de los huesos, de los cartílagos, de la piel, de los dientes y de las encías; al metabolismo energético normal; al funcionamiento normal del sistema nervioso; a las funciones mentales normales; al funcionamiento normal del sistema inmunitario, a la disminución del cansancio; a la regeneración de la vitamina E en su forma reducida, a la absorción digestiva del hierro, a la protección de las células contra los radicales libres (efecto antioxidante).

LA VITAMINA E

Presente en gran cantidad en los aceites vegetales (y, por tanto, lógicamente, en las semillas oleaginosas), la vitamina E se encuentra en la naturaleza en 8 formas diferentes, siendo la más conocida y la más potente elalfa-tocoferol. La vitamina E actúa como un antioxidante muy eficaz.

En efecto, de nuevo según la EFSA (6), la vitamina E contribuye a la protección de las células contra los radicales libres, en varias condiciones: si el producto contiene como mínimo 1,8 mg de vitamina E para cada 100 g y si es una vitamina E natural, como con nuestro complemento Natural E 400.

EL ZINC

Finalmente, el zinc, es un oligoelemento indispensable para la acción de varias enzimas en el organismo, paro también necesario para el crecimiento, para el sistema inmunitario, para la renovación de la piel, para la renovación del pelo, etc. De hecho, las autoridades europeas de salud recuerdan que el zinc contribuye: a la síntesis normal del ADN; al metabolismo ácido-base normal; al metabolismo normal de los alimentos, de los glúcidos, de los ácidos grasos y de la vitamina A; a la síntesis de las proteínas; a las funciones intelectuales normales; a la fertilidad y a la reproducción normales; al mantenimiento del pelo, de las uñas y de la piel; a la visión normal; al mantenimiento de los huesos.