La fijación de una fecha para las elecciones generales se dio por presión del MAS y los ingenuos pensaron que de esa manera se podría descomprimir el complicado panorama político, enturbiado por las acciones que ordena ejecutar el cocalero prófugo.
En lugar de mejorar, la situación tiende a complicarse y todos se preguntan qué es lo que pretende el ex mandatario, pues hasta el momento, sus estrategias le favorecen desde el punto de vista electoral y también en la pugna que se libra en las calles, donde hace mucho había perdido el protagonismo.
El cocalero ha conseguido erosionar la imagen del Gobierno y de la candidata Jeanine Añez, a través de maniobras orquestadas a la manera de un Caballo de Troya instalado al interior de la administración. Juega a su favor una confabulación mediática perfectamente aceitada, con nexos internacionales que no hace más que reproducir el discurso del refugiado y acicatear su retorno al poder. La más reciente hazaña de ese lobby es haber puesto en duda el informe de la OEA sobre el fraude cometido en las elecciones del 20 de
octubre del año pasado.
Las tácticas del MAS, no sólo son criminales, sino que rayan en el terrorismo. No hablamos sólo de la violencia narco-cocalera que surge desde el Chapare y que se estrella incluso contra los periodistas, sino también de lo que sucede en el Congreso controlado por la más artera cúpula de adherentes del cocalero.
Diariamente bombardean con leyes cuya intención no es otra que desestabilizar al Gobierno, ponerle obstáculos a la lucha contra la pandemia, generar malestar al interior de las Fuerzas Armadas y complicar el contexto económico a través de medidas demagógicas que buscan enfrentar a los bolivianos.
El colmo de la indolencia y la falta de escrúpulos es la negativa de los legisladores de avanzar en una ley que permita el incremento del 10 por ciento del presupuesto para la salud o la renuencia a debatir un mecanismo para la restitución de los recursos del IDH a los municipios y gobernaciones, dinero que se requiere con urgencia para atender las necesidades de los hospitales, donde los pacientes mueren en los pasillos. El Órgano Legislativo es también el culpable de que importantes fondos de donación internacional para enfrentar la emergencia sanitaria, estén paralizados y no se pueda disponer de ellos.
Ni siquiera el drama que están viviendo los habitantes del Chapare, donde el virus se ha propagado por culpa de las movilizaciones impulsadas por el refugiado, consigue establecer una suerte de tregua. El MAS hace todo para que la situación empeore y de esa manera, el plazo establecido para las elecciones a través de una ley seguirá quedando corto. Por eso mismo, cabe la pregunta si el cocalero sigue interesado en volver a través del voto o es que está tramando una operación macabra.
El MAS hace todo para que la situación empeore y de esa manera, el plazo establecido para las elecciones a través de una ley seguirá quedando corto. Por eso mismo, cabe la pregunta si el cocalero sigue interesado en volver a través del voto o es que está tramando una operación macabra. Agencias