Los alimentos transgénicos, también conocidos como alimentos genéticamente modificados (OGM, por «organismos genéticamente modificados»), son aquellos que tienen en su genoma uno o varios genes que han sido introducidos mediante la implementación de tecnología de ADN recombinante.
REACCIONES ALÉRGICAS
Uno de los peligros más difundidos sobre los alimentos transgénicos es que pueden derivar en reacciones alérgicas. Se afirma que el cambio genético activa la producción de nuevos alérgenos al causar modificaciones en las proteínas y en las rutas metabólicas de la planta.
RIESGO DE TOXICIDAD
Desde que se introdujeron los alimentos transgénicos en Estados Unidos hace varias décadas, se han expresado preocupaciones respecto a su relación con la toxicidad. Esta idea cobró fuerza luego de que un estudio independiente informara que las ratas alimentadas con una patata OGM tenían sus sistemas de órganos afectados.
A raíz de estos hallazgos, se difundió la idea general de que todos los OGM causan toxicidad. Muchos detractores no debatieron si fue un hecho aislado causado específicamente por esa patata. Sin embargo, investigaciones más recientes no han encontrado evidencia de que los OGM causen toxicidad en los órganos.
RESISTENCIA A LOS ANTIBIÓTICOS
Una de las preocupaciones expresadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) respecto a los riesgos de los alimentos transgénicos es la posible transferencia de genes a células del cuerpo o a las bacterias del tracto gastrointestinal.
Según la entidad, esto cobraría relevancia si se transfieren genes de resistencia a los antibióticos (utilizados hoy en día en la creación de OMG). Y aunque la probabilidad de que esto ocurra es bastante baja, la OMS recomienda «emplear tecnología de transferencia de genes que no involucre genes de resistencia a los antibióticos».
RIESGO DE CÁNCER
Durante muchos años —y hasta el día de hoy— se ha difundido de la idea de que uno de los peligros de los alimentos transgénicos es el cáncer. Se argumenta que su consumo a largo plazo está vinculado a un mayor riesgo de carcinogénesis.
Sin embargo, fuentes como Cancer Research UK han concluido que no existe evidencia científica para corroborar estas afirmaciones. De hecho, desde su introducción en EE. UU. durante la década de 1990, no hubo reportes o incrementos de casos de cáncer relacionados con ellos en la población.
IMPACTO MEDIOAMBIENTAL
En torno al impacto medioambiental de los cultivos transgénicos hay varias preocupaciones. La OMS apunta que los aspectos de seguridad ambiental de estos cultivos varían en función de las condiciones locales.
Se teme que exista persistencia del gen luego de la recolección del alimento transgénico. También que haya un impacto negativo en insectos que no son plagas y que se genere una pérdida de biodiversidad por la disminución del espectro de otras plantas.
¿COMERLOS ES SEGURO?
Con todo, es un tema que aún genera controversia y opiniones divididas. Las investigaciones siguen en curso, aunque se esperan más avances a favor de la implementación de la biotecnología. Dicho todo esto, la decisión de consumir o no alimentos transgénicos es más bien personal. Para saber si un alimento o un producto alimentario es OGM puedes verificar su etiqueta. Allí se especifica si es «derivado de bioingeniería» o «bioingenería».