El Fiscal General Juan Lanchipa, cuyo nombramiento fue manipulado por el massismo, continúa tomando el pelo al pueblo boliviano, sigue al servicio de Evo Morales, persigue penalmente a quiénes hacen correctamente su trabajo y se olvida de aquellos que se han enriquecido ilícitamente con dinero y favores del Estado.
Quiero referirme a la corrupta alcaldesa de Vinto Patricia Arce, aquella que simuló una agresión para desprestigiar a los movimientos ciudadanos, donde casualmente quemaron las oficinas donde se encontraban los documentos que la incriminaban.
Lo curioso es que el Fiscal General hubiera nombrado una comisión de 4 fiscales para investigar el caso de la farra que protagonizó esta alcaldesa un caso de bagatela, o de comisaría, contra las restricciones de la cuarentena, habiendo incontables casos importantes de corrupción en el país, fundamentalmente a temas referidos a salud.
Se pone en evidencia el poder que continúa manejando el massismo en las instituciones públicas, esta alcaldesa de Vinto, como denunciada, hace cambiar de inmediato al policía asignado al caso, Sargento Tordoya, quién intervino el lugar, lo cambiaron de destino y ordenaron el inmediato repliegue al comando, para después ser procesado.
Lo propio ocurre con la fiscal Evelyn Rocha, quién también interviene en el proceso y es parte de la comisión de fiscales que intervino en el lugar del hecho, ambas autoridades están siendo hostigadas y amenazadas, por no ceder a las amenazas de la bravucona alcaldesa massista.
Por Marianela Montenegro.