Los refrescos «light» aumentan riesgo de tener diabetes

Ahora bien, es importante que tengas en cuenta una serie de aspectos. Si de verdad no deseas subir de peso, lo más recomendable es no consumir ningún tipo de refresco, y menos aún los refrescos considerados light puesto que, lejos de evitar que almacenemos grasa, lo que consiguen es todo lo contrario: aumentar el perímetro de la cintura. Te damos todos los datos a continuación.

Sharon Fowler, directora de este estudio, nos revela que las bebidas gaseosas light están directamente relacionadas con enfermedades tan serias como la diabetes. También el infarto de miocardio y, por supuesto, la obesidad.

Obviamente, el estilo de vida de una persona hará que estos datos sean más o menos relevantes. Si uno consume refrescos light de modo muy ocasional (2 latas al mes), no ocurrirá nada. Menos aún si se lleva una vida activa donde no se consuman grasas o azúcares. No obstante, el riesgo está en quien beba como mínimo 4 latas por semana (o más), mantenga una vida sedentaria y no lleve una dieta equilibrada. Con los años, sufrirá un aumento de la grasa abdominal y, como ya sabes, es un peligro directo para nuestra salud.

Otros riesgos de los refrescos light

Los edulcorantes

Las bebidas light disponen de una dosis muy elevada de edulcorantes. Si las consumimos de modo habitual, nuestros sentidos del gusto dejarán de percibir, por ejemplo, el sabor dulce natural de muchas frutas.

Aumentan el riesgo de presentar diabetes tipo 2

Si eres de las que suele consumir una lata de refresco light al día, debes saber que tendrás un 36 % de probabilidades de sufrir diabetes tipo 2. Según una investigación llevada a cabo por la Universidad de Minnesota (Estados Unidos), este tipo de bebidas elevan además nuestra tensión, nuestro colesterol malo y, como ya sabes, la grasa, que tiende a acumularse en nuestra cintura.

No tienen valor nutricional

Las bebidas refrescantes disponen de un sabor muy agradable, lo sabemos. Son estupendas para el verano y para esos almuerzos en familia o con los amigos los fines de semana. Sin embargo, no aportan nada a nuestro organismo, ni vitaminas ni minerales. Son estimulantes que alteran muchas de nuestras funciones básicas y que, lejos de quitarnos la sed, la aumentan.

Nos dan dolor de cabeza

Si eres de esas personas que suele sufrir migrañas o cefaleas, es mejor que evites los refrescos con gas, ya sean normales o light.

Dañan nuestros dientes

Este dato es muy importante. Según un artículo publicado en la revista General Dentistry, los refrescos aceleran la erosión dental y debilitan nuestro esmalte. Todo ello debido al ácido cítrico que se halla en su composición. ¿Y si empezamos a evitar este tipo de bebidas desde hoy mismo? Tu sonrisa lo agradecerá.

Dañan nuestros huesos

Si eres mujer y has empezado ya a tener problemas con tus huesos, algo que deberías hacer desde hoy mismo es dejar de consumir refrescos con gas. Las bebidas light se asocian también a este desgaste en la masa ósea y a la pérdida de densidad. Sobre todo, en la zona de la cadera.

Pueden dañar tu corazón

¿De qué manera pueden los refrescos light dañar mi corazón?  El riesgo de problemas cardiovasculares es evidente desde el momento en que este tipo de bebidas aumenta nuestro colesterol malo o nos produce hipertensión.

Así pues, recuérdalo. Los refrescos no son buenos para tu salud. Tampoco te dejes engañar por los supuestos beneficios de las bebidas light. Lejos de suponer una ayuda, siguen siendo un peligro.