En condiciones normales, las partículas del Covid-19 expulsadas al toser o estornudar no superan los dos metros. La velocidad del viento en Santa Cruz se ha acentuado en los últimos días. Desde el Sedes explican que esto no incide en propagar la enfermedad.
Los últimos días, Santa Cruz ha sido escenario de ventarrones poco habituales para esta temporada, por lo que la preocupación sobre la posibilidad que las gotículas del coronavirus se transporte a distancias más largas ha generado dudas en la población.
Desde el Servicio Departamental de Salud (Sedes), el epidemiólogo Carlos Hurtado explicó que científicamente no es que sea imposible, pero el Covid-19 no puede ser transportado a largas distancia porque es un virus pesado. Una vez que se fija en una superficie es casi imposible de levantar.
«Lo que puede ayudar el viento, es que al salir de la boca pueda alcanzar distancia de hasta seis metros, como ha demostrado un estudio internacional. En condiciones normales, lo máximo que puede viajar son dos metros», explicó el especialista.
Con vientos fuertes, el virus puede viajar hasta seis metros en menos de cinco segundo.
«En ningún estudio en el mundo se ha demostrado que el Covid-19 levanta vuelo en el aire después de estar en el piso», aclaró Hurtado.
La enfermedad es transmitida por las mucosas de la boca, la nariz y los ojos y no por la piel, por tanto, es imposible que esta se transmita por la ropa, señaló el especialista del Sedes.
«Es muy difícil que el coronavirus se pegue a la ropa, es casi imposible que se propague por los zapatos, tendríamos que lamer la suela de los zapatos, porque el virus entra por la boca, no entra por la piel», añadió el epidemiólogo.
Hurtado recalcó que se debe continuar con las medidas de bioseguridad establecidas: uso de barbijo, distanciamiento social, lavado frecuente de manos y uso de alcohol en gel o alcohol.