Agentes municipales acudieron a un predio de una construcción que se localiza casi en el centro de la ciudad, a dos kilómetros de una iglesia, donde personal de un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas habían localizado restos humanos en medio de una construcción.
Al llegar al sitio indicado se entrevistaron con un albañil, quien afirmo que hizo la llamada al número de emergencia para reportar el hallazgo de un cuerpo en estado de descomposición.
El albañil relata que comenzó a trabajar en la obra que iba a ser una de las más altas de la ciudad de México, para lo que iniciaron con el cavado de los cimientos, entonces un día le informaron que no se trabajaría una jornada y que los trabajadores tendrá ese día libre pagado.
En la jornada libre, el albañil fue a la construcción porque el día anterior se había olvidado su ropa de trabajo y entonces quería recoger la misma para lavarla, y fue cuando observó algo raro.
Asegura que vio a dos personas vestidas de negro y otra de blanco que en su mano tenía un cráneo. “Me asusté mucho, no quise hablarles y quería ver lo que hacían o cómo lo hacían, porque en La Paz también vi en dos ocasiones hacer un pacto pero no de la misma manera, entonces, los dos hombres de negro comenzaron a hablar en voz alta, era como si estarían rezando, y de repente sacaron a una persona muerta y les echaron a los cimientos” relató.
Añadió que, algunos compañeros de él le indicaron que cuando hacían pacto con el Diablo, los dueños del edificio o los contratistas, en ocasiones llevaban animales muertos, el tamaño era según la obra que se construía, si era una casa normal un animal pequeño era suficiente, sin embargo, si era un edificio de cinco pisos se tenía que sacrificar a animales grandes, pero lo que algunos decían es que cuando eran edificios más altos, lo que se hacía era traer gente que pillaban tomando para lanzarles a los cimientos vivos o muertos y luego enterrarles con el cemento.
TRADICIÓN MEXICO
Pero la tradición oral de este país señala que el mismísimo diablo suele aparecerse al ingeniero o arquitecto de obra para proponerle un trato: una persona viva a cambio de que el puente o la construcción resista.
TRADICIÓN BOLIVIA
La historia de un campesino, supuestamente, es parte de una de las “más oscuras tradiciones de los Aymaras”, que ante cualquier construcción obliga a hacer una ofrenda a la Pachamama.
En las pequeñas obras, la Madre Tierra se conforma con la muerte de una llama, pero en las mayores exige algo más: un ser humano. «Costumbre es», reconoció Isidro, padre de nueve hijos. Agencias