Macabro: Un hombre paseaba con el ‘cráneo’ de su hermano

Un boliviano que se encontraba a bordo de un bus que llegaba a Sao Paulo, Brasil, fue aprehendido el pasado lunes, por la tarde, por la Policía Federal de ese país, pues se encontró en su equipaje el cráneo de una persona. El hombre indicó que los restos pertenecen a su hermano.

El hecho sorprendió a la Policía. El boliviano estaba como pasajero en un autobús que había partido de Campo Grande y tenía como destino San Pablo cuando la Policía realizó un operativo rutinario.

Pues el hombre vive en el vecino país hace años, por ello, se trasladaba a la casa de su hermana con la calavera para realizar una ceremonia en honor al hermano que aseguró fue ejemplar.

Los uniformados comenzaron a revisar el equipaje del boliviano y se sorprendieron pues encontraron el cráneo de una persona envuelta en una bolsa. Jamás se les ocurrió que harían el macabro hallazgo.

Según el portal globo.com, el hombre declaró a la Policía que su hermano había fallecido en Argentina en 1995 y se incineró su cuerpo; sin embargo, por “una costumbre familiar” se quedó con el cráneo y tenía la intención de transportarlo hasta Sao Paulo donde vive.

La costumbre se arrastra desde los tatarabuelos, pues antes de que se incinere los restos, solo los enterraban y después de un tiempo sacaban el cráneo del familiar fallecido para llevarlo al hogar de los familiares más cercanos.

La pieza fue retenida por la Policía que anunció un examen forense. El hombre fue multado pues la Ley 9434/97 de Brasil, que considera ilegal el transporte o recolección de partes del cuerpo humano sin conocer el origen.

El portal Jovem Pan informa que el boliviano fue liberado tras la firma de un compromiso con la justicia.

Asimismo, se comunicaron con los familiares, para verificar si las declaraciones del aprehendido eran verdad. La hermana del sujeto corroboró la versión y aseveró que efectivamente conservar el cráneo de los familiares es una tradición que representa el cariño que se tiene al difunto, además creen que así el alma del fallecido se queda en el hogar como un símbolo de protección.