Pese a las bajas temperaturas de este frío invierno, varias madres junto a sus pequeños hijos, duermen en la calle esperando recibir atención en el Hospital del Niño “Manuel Asencio Villarroel”. Esa es tan solo una de las cosas que pasan en ese hospital que pese al esfuerzo del personal médico, está completamente hacinado.
HACINAMIENTO
Según la televisora Red Uno, en las salas de internación de los pequeños, tuvieron que “armar” incluso oficinas para poder trabajar.
El director del pediátrico Manuel Asencio Villarroel, Vladimir Rojas, entrevistado por Red Uno, señaló que el espacio quedó muy reducido ante la alta demanda de los pacientes.
“Quedó pequeño para pediatría, creció mucho en los últimos años, hay que hacer una readecuación para que puedan entrar las subespecialidades en la atención de los niños”, señaló el galeno.
SIN AMBIENTES PROPIOS
El hospital Manuel Asencio Villarroel, comparte ambientes con el Hospital Materno Infantil German Urquidi, por lo que la situación prácticamente es insostenible en los dos nosocomios, especialmente para los pacientes que requieren internación.
Pese al gran esfuerzo de los médicos y el personal de salud de los dos hospitales, en muchas ocasiones, por la falta de espacio, algunos niños y bebés no pueden ser atendidos.
En pasados días, el director del hospital German Urquidi, dijo que incluso hay bebés que pierden la vida por ese motivo.
Hasta los dos hospitales, llegan pacientes de todo el departamento e incluso del interior del país; sin embargo, Cochabamba es la única región de Bolivia que no cuenta con ambientes propios para un hospital pediátrico donde se puedan atender las dolencias y enfermedades de los niños.