Del regreso de Vinícius a su mejor versión al oportunismo de un canterano tocado por una varita mágica como Sergio Arribas, transcurrió una semifinal de resultado engañoso, en la que el Real Madrid entrelazó los momentos de superioridad con la duda ante Al Ahly, antes de acabar goleando (4-1) para acceder a la Final del Mundial de Clubes, en la que se medirá a Al Hilal saudí.
El Real Madrid busca en Marruecos el primer título del año, el Mundial de Clubes de la FIFA. El conjunto blanco da el primer paso tras golear a Al Ahly egipcio por 1-4 en un encuentro más trabajado de lo que refleja el marcador.
Los de Ancelotti se impusieron con goles de Vinicius, Valverde, Rodrygo y el canterano Arribas, aunque la sentencia llegó casi al final del partido y el subcampeón africano metió miedo tras el tanto de Maaloul de penalti.
El guion previsto era el dominio del balón del Madrid y así se cumplió en la primera parte. Pero el mayor peligro lo llevaban los de Ancelotti con las contras tras robo de balón.
En uno de esos, un grave fallo del defensa Metwally, llegó el primero de Vinicius con una definición de calidad. Nada más reanudarse el encuentro tras el descanso llegó el segundo, obra de Valverde al aprovechar el rechace de un disparo de Rodrygo.
Parecía sentenciado el encuentro, pero pasada la hora del mismo llegó el penalti absurdo cometido por Camavinga sobre El Shahat. El improvisado lateral izquierdo del Madrid se vio continuamente desbordado por el hábil extremo egipcio. Hasta que este fue sustituido.
A medida que pasaron los minutos se fue diluyendo el ímpetu de Al Ahly, pero la sentencia tardó en llegar. Modric desaprovechó un penalti, detenido por El Shenawy, y no fue hasta el tiempo añadido cuando llegó el tercero, obra de Rodrygo tras una gran combinación con Ceballos.
Ahí sí se antojaba definitivo, pero aún faltaba un cuarto que lo transformó el canterano Arribas al recoger el rechace de una falta lateral sacada por Alaba. Cuatro goles que llevan al Madrid a una nueva final del Mundial de clubes. Agencias