Santa Cruz
La presencia en Bolivia del narcotraficante uruguayo Sebastián Marset fue la mayor señal de alerta que recibió el país sobre la existencia de mafias internacionales. Mientras tanto, más alijos de cocaína procedente del país fueron descubiertos en Europa o en tránsito a ese continente. El hallazgo más reciente se produjo en Polonia el pasado 24 de agosto.
A eso se suman las operaciones ilegales de ciudadanos paquistaníes en El Alto y Potosí, además del imparable tráfico de autos robados en Chile hacia Bolivia. Ante este escenario, hay críticas que cuestionaron la debilidad institucional del Estado y el Gobierno comenzó a coordinar con autoridades europeas y de América del Sur, algo que no había sucedido cuando estalló el caso “narcovuelo” y los operativos antidroga que hizo Europol.
“Hemos estado en contacto con las autoridades de Bélgica y Alemania a través de varias teleconferencias”, desveló el ministro de Gobierno, Eduardo del Castillo, respecto al hallazgo de 500 kilos de cocaína impregnada en madera para exportación. En ese contexto, anunció que “el de Polonia no fue el único envío”, pues “hay otro cargamento que está en alta mar”. “Pronto tendremos noticias”, anticipó la autoridad, quien precisó que esta operación se dio con apoyo de la Policía de Investigaciones (PDI) de Chile y de las autoridades portuarias de la nación vecina.
El mismo 24 de agosto, el ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, se reunió en La Paz con el embajador de Brasil en Bolivia, Luis Henrique Sobreira Lopes, para abordar la agenda del “combate al delito transnacional, el control de identidades, el narcotráfico, además del caso Marset, y la situación jurídica de las personas privadas de libertad de nacionalidad brasileña en las cárceles bolivianas”.
Anteriormente, las autoridades de la Policía Federal de Brasil ya habían recibido los códigos de los fusiles de asalto que las autoridades bolivianas hallaron en la residencia que el narcotraficante uruguayo ocupó en Santa Cruz de la Sierra.
Este armamento cuenta, además, con un sello de una calavera que en realidad es la imagen ‘The Punisher’, un cómic estadounidense que encarna un antihéroe también conocido como “el castigador”, elementos que sumó el vecino país a evidencias sobre un caso de tráfico de armas en el que estuvo implicado el Primer Comando de la Capital (PCC), una organización criminal que tuvo nexos con la mafia de Marset.
Precisamente, en la búsqueda del delincuente uruguayo se hallaron granadas de guerra en Beni, mientras que en Chile se encontró un lanzacohetes proveniente de Bolivia, un caso que aún está en proceso de investigación.
Sobre la búsqueda del narcotraficante Marset, Del Castillo indicó que no dará informes sobre los procesos investigativos en curso y alertó que todos los reportes de este caso en particular se darán cuando se tengan resultados concretos. Agencias