Piscina con cascada, una cancha de fútbol 5 reglamentaria (de césped natural) y quincho cerrado con espacio para un asado multitudinario. Cuatro habitaciones, más una de servicio. Y una enorme sala de estar. El pasado sábado, Diego Maradona se mudó a una lujosa mansión ubicada en el barrio privado Campos de Roca, ubicado en el kilómetro 65 de la ruta 2. El objetivo: estar más cerca de Estancia Chica, el predio de entrenamiento de Gimnasia La Plata (el viaje desde Bella Vista lo desgastaba mucho) y tener más espacio para continuar con su rutina “Maradona fitness”, con la que ya bajó más de 11 kilos, cortó el consumo de alcohol y se puso al día con la rehabilitación de su rodilla derecha, operada hace un año (le colocaron una prótesis).
“Está muy contento y cómodo”, subrayan desde su entorno sobre las primeras horas del Diez en su nuevo hogar. Ayer recibió la primera visita: estuvo con Dieguito Fernando, su hijo más pequeño.