Cochabamba se convirtió en el primer municipio de Bolivia en iluminar de manera masiva el ornato público, iniciando una tradición que inicia cada 1 de diciembre.
En la cima del Cristo de la Concordia, allí se levanta el árbol navideño más grande del país, de 42 metros de altura y adornado con más de dos millones de luces que iluminan la serranía de San Pedro.
El Prado de Huayra K’asa, la avenida Suecia, suma su propia magia con el segundo árbol más alto, que alcanza los 35 metros y se ilumina cada noche ante cientos de visitantes que buscan capturar un momento especial.
En las plazas principales también se instalaron decoraciones, túneles luminosos y estructuras temáticas que buscan fomentar los recorridos nocturnos en familia. La iluminación en la plaza 14 de Septiembre y en distintos puntos de la ciudad refuerza la ruta navideña que cada año atrae a más visitantes.
La Feria Navideña, con más de 5.000, tiene como atracción principal el pesebre más grande de Bolivia: figuras de más de cuatro metros; el Niño Jesús, que supera los dos metros, se convierte en una imagen que conmueve.
