Más de 100 empresarios brasileros llegaron junto al «presidente Lula»

Santa Cruz.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, llegó al país luego de 15 años y lo hizo acompañado de una numerosa delegación que incluye a más de 100 empresarios con el objetivo de sellar acuerdos referidos a inversiones y comercio bilateral.
Hoy, en Santa Cruz, el presidente Lula da Silva se reunirá en una reunión oficial con el mandatario Luis Arce y posteriormente con representantes de la Confederación de Empresarios Privados de Bolivia (CEPB).
“Ya están concertadas las reuniones con el objetivo de fomentar el intercambio comercial entre ambos países y, desde nuestro lado, incentivar inversiones brasileras en Bolivia”, afirmó el representante empresarial, Giovanni Ortuño.
La agenda es amplia y destacó la agroindustria considerando que Bolivia es el principal proveedor de fertilizantes y Brasil uno de los mayores productores de alimentos y granos.
Adelantó que ya se está trabajando con la Cámara Boliviana Brasilera para cerrar convenios que serán dados a conocer luego de la reunión con Lula.
Diplomacia económica
El viceministro de Relaciones Exteriores, Elmer Catarina. confirmó que los empresarios serán parte de un foro que se realizará para reforzar los vínculos comerciales y productivos entre Bolivia y Brasil.
Según la autoridad, la llegada de tantos empresarios interesados en buscar acuerdos con sus similares bolivianos o que vengan por algún producto boliviano es señal de que hay estabilidad y certeza en la economía boliviana.
“Como gobierno tenemos una vocación integracionista; pero además de esto, estamos planteando una diplomacia económica; porque es algo distinto que venga un presidente solamente a hablar términos económicos a que venga con toda una misión empresarial”, señaló.
Catarina explicó que el presidente Arce y su homólogo sostendrán una reunión con sus respectivos ministros y posteriormente se prevé la presentación de una declaración conjunta.
Brasil es uno de los principales socios comerciales de Bolivia, con una frontera compartida de más de 3.000 kilómetros y una historia política y económica interconectada por lo que se esperan importantes acuerdos en agroindustria, de minerales estratégicos y litio; además de las eficiencias energéticas como las hidroeléctricas y biodiesel.