Las escenas de devastación presenciadas tras la operación militar israelí para liberar a los rehenes del campo de refugiados de Nuseirat demuestran que cada día que pasa la guerra «es más horrible», declaró el máximo responsable humanitario de la ONU.
Según el Ministerio de Sanidad de Gaza, más de 270 personas, incluidos niños y otros no combatientes, murieron el sábado durante los bombardeos israelíes en el campo de refugiados de Nuseirat y sus alrededores, en la zona central del enclave devastado por la guerra. Según los informes, más de 600 resultaron heridos y los hospitales se vieron desbordados.
El coordinador de Ayuda de Emergencia, Martin Griffiths, afirmó en un post en X que el campo de Nuseirat «es el epicentro del trauma sísmico que siguen sufriendo los civiles de Gaza». «Al ver cadáveres amortajados en el suelo, se nos recuerda que ningún lugar es seguro en Gaza», continuó. Agencias