El centro de la ciudad volvió a convertirse en un basural y un foco de contaminación por las pugnas de poder entre afines del Movimiento al Socialismo (MAS) y las autoridades del gobierno central.
Mientras los primeros se encaprichan por unas elecciones que solo son 42 días antes que la decidida por el Tribunal Supremo Electoral, el segundo no es capaz de pacificar o intervenir las medidas de presión.
En tanto, el ingreso al botadero de K’ara K’ara está bloqueado generando que más de 30 mil toneladas de basura domiciliaria y de mercados sean depositadas en plazas y calles. Además de obligar a los hospitales a guardar en sus depósitos alrededor de 20 toneladas de residuos infecciosos, equipos de bioseguridad usados, jeringas, algodones usados en pacientes con Covid-19 y otras enfermedades.
Aunque los bloqueadores aseguraron que no se está impidiendo el paso de los carros basureros, señalaron que no dejarán pasar a ningún vehículo por dónde pasar, por lo que EMSA debe buscar una ruta alternativa. Pero, las calles aledañas también se encuentran bloqueadas.
A esta situación se suma la protesta de trabajadores de EMSA que rechazan la destitución de Cristian Cuellar como gerente, que fue una de las últimas decisiones tomadas por el alcalde José María Leyes.