Más de una docena de muertos al día son recogidos por la Felcc

La Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen, FELCC, reporta que cada día realiza el levantamiento legal de 16 cuerpos, de los que 15 tienen COVID-19 y son sospechosos de haber sido infectados, pero sabe que no son todos y que hay muchos fallecidos en los domicilios que no son reportados.

La vocera de la FELCC, capitana Rocío Olivera, señala que el incremento de muertes fue en desesperante ascenso.

Hasta hace unos meses, la Policía recogía de cuatro a cinco cadáveres de calles o viviendas producto de crímenes, accidentes o suicidios. Ahora levanta, legalmente, 16 muertos de los que 15 corresponde a casos relacionados con el virus de la pandemia. “Sabemos que son más las personas que mueren, pero no lo están reportando”.

Afirma que son pocos los decesos en las calles. “Desde que empezó la cuarentena hemos debido retirar de las calles unos seis cuerpos. Ahora mueren en los hospitales y en las casas”.

El comandante de la Unidad Operativa de Tránsito de Cochabamba, coronel Nelson Miranda, señala que la situación ya entró en una fase muy crítica. “Hay un cadáver hace varias horas dentro una camioneta en la Caja (Caja Nacional de Salud, CNS) y ahora también en un edificio. La gente no encuentra respuesta”.

Dijo que las llamadas son constantes al Servicio Departamental de Salud, SEDES, pero no hay respuesta. Por el lado de la Policía,” la División de Homicidios no abastece”.

“Existe un protocolo de bioseguridad emitido por el Ministerio de Salud.  En él especifica las funciones de la Policía, del SEDES, del médico forense (IDIF) y del municipio, quiénes son los que deberían coordinar y trasladar los cadáveres COVID-19 a un depósito de cadáveres que la Alcaldía tenía la obligación de instalar, pero no existe hasta el momento y tampoco hay la dotación de equipos de bioseguridad para el personal de Homicidios, pese a recurrentes pedidos”.

La Vocera de la FELCC añade que al principio todo cadáver en la calle o en una casa debía ser enviado al Instituto de Investigaciones Forenses, IDIF, para que determine el motivo de la muerte, pero que ahora el IDIF está congestionado con tantos muertos. “Ahora vamos con un médico forense y el SEDES y la familia debe hacerse cargo de la cremación, en coordinación con una funeraria”. 

Durante las últimas horas, las empresas funerarias se declararon en emergencia porque el IDIF y los médicos forenses describen la causa de la muerte en el certificado de defunción como: caso en estudio.

Esta calificación impide que las funerarias puedan realizar el entierro porque no saben qué procedimiento utilizar, si por caso COVID-19 o muerte natural.

CONDICIONES Los policías no tienen dotación de vestuario de bioseguridad. Según relata la vocera de la FELCC, Rocío Olivera, los policías compran con sus propios recursos el material desinfectante para los vehículos en los que se movilizan. “Saben que al final de cuentas es su propia vida la que tienen que cuidar, cada quien se protege como puede. Si van a esperar que la Alcaldía o la Gobernación le dé imagínese cuándo va a llegar”.

Homicidios tiene una sola ambulancia para el manejo de personas fallecidas, pero si los casos son más o el vehículo sufre alguna falla debe realizar el trabajo en una camioneta.

“Para el Cercado solo hay una ambulancia. Hay días que salen a atender un caso y al mismo tiempo reciben reporte de otros lado lado. A veces van con tres o cuatro personas fallecidas en el vehículo, deambulando por las calles”.

En las distintas secciones de la FELCC hay 18 policías infectados los mismos que están aislados.

MÁS MUERTES 

En la casa de la familia Salazar, en la avenida Suecia, murió Ramiro de 60 años a las 5 de la tarde del domingo 31 de junio y su cuerpo se mantuvo en la vivienda por tres días, hasta ayer miércoles porque ni el SEDES ni la FELCC querían hacerse cargo del tema.

El responsable de Vigilancia Epidemiológica del SEDES, Rubén Castillo, señaló que la competencia del SEDES es solo tomar muestras y que no pueden hacer el tratamiento del cadáver. “Entendemos que los cementerios y el horno crematorio se han saturado”.

Una funeraria se llevó el cuerpo de Ramiro el mismo que será enterrado recién el viernes, en Colcapirhua.

Anoche otro cuerpo de un ciudadano paceño llegó hasta exteriores del Cementerio General de Cochabamba. Sus vecinos señalaron que murió en su casa y que al estar solo necesitaba un espacio para ser enterrado en el camposanto.

El canal privado de televisión Red Uno refirió de otra persona fallecida en una vivienda en la Organización Territorial de Base, OTB, San Lorenzo. Los vecinos pidieron ayuda y la hija lloraba en la puerta sin saber qué hacer. “Quizá nos hemos contagiado todos, pero estamos solos”.

El sábado 30 de junio, el director del Servicio Departamental de Salud (SEDES), Yercin Mamani, informó de 60 muertos que aún permanecían en diferentes recintos hospitalarios sin poder  ser enterrados o cremados.

«El protocolo de manejo de cadáveres indica que los cuerpos de los sospechosos de COVID deben ser tratados como si fueran casos confirmados, es decir en las bolsas impermeables para su entierro o depósito en nichos, o para su cremación», explicó.

Dijo que un cuerpo está habilitado para la toma de muestras por un máximo de seis horas. “Tras ese tiempo el examen de laboratorio no es viable y debe ser tratado directamente como si fuera caso positivo”. 

Respecto a las numerosas renuncias de cuerpos que no pueden ser levantados de sus domicilios por falta de atención, Mamani aclaró que el SEDES solo se encarga de muertes al interior de hospitales. Cuando los decesos se dan en otras áreas se debe encargar el IDIF y, si presentan signos de violencia, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (FELCC). Agencias.

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