Un boliviano de 31 años de edad, identificado como Simon Johan Alonzo Mollo, fue hallado este jueves muerto en Cáceres, en Brasil, tras ser víctima de secuestro y robo cuando se dirigía desde San Matías, donde estuvo el domingo 13 de agosto con sus hijos, y retornaba al país vecino.
Un reporte de la Policía del país vecino señala que el cuerpo fue hallado en estado de descomposición y los restos son sometidos a exámenes forenses. Según las primeras informaciones, la víctima iba a bordo de su camioneta cuando cerca de las 20:00 de este domingo fue abordado, en una rotonda al ingreso de Cáceres, por tres hombres armados y encapuchados.
Al día siguiente los secuestradores, comenzaron a contactarse con la familia de víctima para exigir un pago en efectivo para la liberación. “Los familiares de Simón realizaron cinco transferencias bancarias, con montos de 10, 20, 25 y 35 mil reales, a distintas cuentas”, añade el reporte policial.
Tras la desaparición, la Policía de Brasil comenzó la búsqueda del hombre y encontraron a uno de los implicados en la extorsión y secuestro.
Las autoridades brasileñas realizaron un allanamiento en el inmueble de un policía, donde encontraron armas, municiones de diferentes calibres, drogas, tarjetas bancarias a nombre de otras personas y otros objetos sospechosos.
“A la vista del material localizado, el policía fue detenido en flagrancia y trasladado a la Comisaría de Cáceres, donde fue imputado por los delitos de tráfico de estupefacientes, tenencia ilícita de arma de fuego de uso restringido o prohibido y extorsión mediante secuestro”, reporta la Policía de Brasil, que realiza más investigaciones.
Un policía militar de Brasil fue detenido por estar involucrado en el secuestro y muerte del boliviano Simón Alonzo Mollo. La información fue confirmada durante una conferencia de prensa realizada entre la Policía Civil y militar del vecino país.
Policía brasileño queda detenido por el secuestro y asesinato de un boliviano. La víctima se encontraba a bordo de su camioneta cuando fue interceptado por hombres fuertemente armados y encapuchados. Pedían 200 mil dólares para liberarlo. Agencias