Mataron salvajemente a su vecina porque pensaron que los ‘embrujó’

Tras cumplirse un año del brutal feminicidio de Remigia Peña Melendres, sus asesinos por fin fueron juzgados, recibiendo una condena de 30 años de cárcel para la pareja de agricultores, quienes junto a su hijo adolescente, amenazó, planificó y ejecutó la muerte de la víctima.
Serafín Nogales cumplirá la pena en El Abra y Margarita López lo hará en la cárcel de San Sebastián mujeres.
La pareja eran vecinos de Remigia y la odiaban porque aseguraban que la mujer mató a sus vacas y los había embrujado para que sean pobres.
El macabro asesinato se suscitó el pasado 21 de abril del 2024, en la comunidad de Mataral, en el municipio de Pocona, donde Remigia vivía junto a su único hijo de 18 años, era agricultora y pastora de ovejas.
Serafín y su esposa Margarita eran sus vecinos, quienes también se dedicaban a la agricultura. Sin embargo, tenían un odio infundado hacia Remigia, ya que pensaban que había matado a sus vacas y además que les había embrujado para que sean pobres.
Todo éste odio creció a niveles insospechados, llegando a hacerle la vida imposible a la víctima, a quien ni bien la veían por la zona pastoreando sus ovejas, Margarita comenzaba a insultarla y la amenazaban con que «algún día la golpearían, la violarían, le introducirían un palo en sus genitales y la estrangularían» para vengarse de ella.
Remigia jamás imagino que éstas amenazas se cumplirían al pie de la letra, pero el 21 de abril del 2024 se cumplieron.
Ese día la mujer había vendido un ganado por el que le pagaron 32 mil bolivianos, además su hijo había viajado, lo cual fue aprovechado por sus vecinos para cumplir sus amenazas.
Cuando vieron que la mujer salió a pastar a sus ovejas, junto a sus perros, la pareja interceptó a Remigia, la golpearon brutalmente con una piedra en el rostro, le introducieron un palo en sus genitales y la estrangularon con una chalina, no sin antes hacer que su hijo adolescente viole a la mujer.
Luego del macabro asesinato trasladaron el cuerpo hasta una quebrada y la dejaron tapada con un aguayo.
Al día siguiente, la hermana de Remigia vio a los perros de su hermana cerca a un bulto, pero cuando se acercó encontró a su hermana brutalmente asesinada.
Los vecinos sospecharon inmediatamente de la pareja, por lo que el hijo adolescente de 17 años de la pareja decidió inculparse por el asesinato, asegurando que la había violado y asfixiado, porque sabía que al ser menor de edad la pena máxima que le darían sería 6 años.
Sin embargo un niño del lugar fue testigo clave del hecho y contó haber visto a los tres cargando un aguayo hacia la quebrada.
El 26 de abril, los comunarios sorprendieron a Margaritajunto a otros familiares intentando huir en un trufi con los 32.000 bolivianos de Remigia. Al ser cuestionada terminó confesando el crimen.
Ahora, tras exactamente un año del brutal asesinato, los asesinos de Remigia por fin recibieron la condena que la familia esperaba.