Natalia Petunina mató a su hija Lisa a martillazos tras una sobredosis de antidepresivos mientras el padre de la pequeña estaba en el trabajo. Los hechos, sucedidos en Kirovgrad (Rusia), podrían llevar a la madre a una condena de hasta 20 años de prisión.
Cuando el padre y marido regresó al domicilio para comer, se encontró a su hija muerta en un charco de sangre. Llamó a los servicios de emergencia, que solo pudieron certificar el fallecimiento de la pequeña debido a múltiples contusiones en la cabeza realizadas con un martillo.
Petunina intentó quitarse la vida tras asesinar a su hija, pero no lo logró y fue trasladada al hospital por los servicios de emergencia llamados por el marido, donde todavía permanece en estado grave.
El portavoz de la policía ha comunicado que la madre había ingerido una dosis de antidepresivos muy superior a la habitual y que ello podría haber motivado el comportamiento agresivo. La mujer se enfrenta a cargos que podrían condenarla a hasta 20 años de cárcel.
INTENTÓ QUITARSE LA VIDA
Tras cometer el crimen, Natalia Petunina intentó quitarse la vida pero fue llevada al hospital antes de conseguirlo, donde todavía se encuentra en un estado grave. «Después de darse cuenta de lo que había hecho la madre intentó quitarse la vida. No pudo hacerlo porque su marido llegó a casa y llamó a emergencias», explicó un portavoz de la policía local de la zona en declaraciones recogidas por el diario británico.
«Antes de la tragedia, la madre había tomado una dosis mucho más grande de antidepresivos de la que debería haber tomado. Eso podría haber provocado la agresión hacia la pequeña», añadió el portavoz de la policía. Según los expertos, una dosis elevada de estos medicamentos puede desencadenar procesos agresivos.
Las autoridades han abierto una investigación por asesinato de una menor y ahora Natalia podría afrontar una pena de cárcel de hasta 20 años si es condenada.