¡Cruel y sanguinario! Así describieron a un trabajador rumano, de 21 años, que siguió a una abuela, de 45, desde un autobús y la mató a golpes con un palo de madera incrustado con clavos para luego dejarla morir desnuda en un arbusto.
El hecho sucedió en Romford, al este de Londres. Una autopsia reveló que había muerto después de una compresión en el cuello. También había sufrido lesiones en la boca, el pecho y la rodilla, así como 15 costillas fracturadas, y fue encontrada con más de 100 marcas en su cuerpo.
El joven de 21 años, que admitió el asesinato y cuyo abogado dijo que no podía dar una explicación del ataque, fue calificado de «malvado» por la familia devastada cuando fue encarcelado en Old Bailey. «Tus 15 minutos de ira hacia una abuela indefensa nos han causado a mí y a la familia una vida de dolor y sufrimiento», dijo su padre en la corte. Un video muestra a la víctima y asesino en el lugar. Agencias