De acuerdo a las primeras diligencias realizadas por el Areincri PNP de Juliaca Perú, Hugo Chura contó qué en el 2005, él y su pareja discutieron en las gradas de su vivienda ubicada en el jirón Paso Alegre de la urbanización San Pedro, cerca al hospital de Juliaca. Sin embargo, ambos se habían jaloneado provocando que la mujer caiga hacia el patio del primero piso. En la caída se fracturó el cráneo falleciendo en el acto.
Hugo Chura, en vez de avisar a la Policía o a los familiares que su conviviente Olga murió, decidió ocultar el cadáver. Llevándoselo a otro lugar de su casa para enterrarlo. Hasta el momento el detenido no quiso revelar el lugar dónde ocultó los restos de su esposa todos estos años después de enterrarlo. Pero, él llevó el cadáver disecado y envuelto entre sábanas y frazadas hasta la vivienda del jirón Paso Alegre de la urbanización San Pedro. Incluso, le puso velas, flores y una fotografía de la fallecida, esperando que llegue su familia y la Policía para entregar los restos.
En aquel entonces, Hugo Chura desvió a la Policía poniendo una denuncia por desaparición de su pareja. A la familia le decía que abandonó su hogar, pero en su conciencia sabía que estaba muerta. Para la familia de Olga Cahuapaza, la versión del sujeto no fue creíble por lo que durante estos 17 años seguían buscando a la víctima.
El psicópata empezó a mostrar actitudes sospechosas que hizo que los parientes de Olga sospechen de él. Las hermanas y cuñados tuvieron que amenazar con derrumbar la casa de Hugo, pues ellos creían que estaba enterrada ahí. Pero, el despreciable sujeto les tuvo que decir que él traerá el cadáver.
El individuo fue conducido a la carceleta del Depincri PNP para ser interrogado. Asimismo, se supo que tras cometer el crimen formó su familia con otra mujer como si nada pasará. Los parientes de Olga acotaron que probablemente, en el 2005 la supuesta la amante haya estado involucrado en el asesinado. Además, al parecer la víctima estaba gestando cuando murió. Agencias