El asesinato fue cuidadosamente premeditado. Al saber Jones que su mujer, Rhiannon, y Michael mantenían relaciones sexuales tras haber comenzado una aventura cuando iban al gimnasio, planeó una emboscada para reunirse con su amigo.
Jones se hizo pasar por su esposa y quedó con Michael vía mensaje de texto. Cuando se encontraron, le disparó en la cara con un rifle Colt.22. Posteriormente llevó el cuerpo con una carretilla a su propio vehículo, quemó el cadáver y lanzó el coche al río para hacer pensar a las autoridades que se trataba de un suicidio.
Antes de perpetuar el asesinato, Andrew Jones usó el teléfono móvil de la víctima para enviar mensajes a su mujer e hijos diciendo que «lo sentía mucho».
La esposa del fallecido, Sian, admitió que ella y su marido llevaban tiempo teniendo problemas matrimoniales y que le seguía amando a pesar de su aventura con la esposa de Jones. El hombre negó los hechos en todo momento y se enfrentó a las duras palabras de Wayne en el juicio, el hijo de Michael, que le dijo que siempre le iban a recordar «como a un monstruo».
Jones tendrá que pasar al menos 30 años en prisión antes de que se pueda considerar su puesta en libertad condicional.
JONAS SE HIZO PASAR POR SU ESPOSA ANTE SU AMIGO
¿Qué sucedió? Pues que Jones se hizo pasar por su esposa y quedó con Michael vía mensaje de texto. El receptor se tragó el sapo y cayó en la trampa. Ni imaginaba cuanto le sobrevendría.
Cuando se encontraron, le disparó en la cara con un rifle Colt.22. No se lo pensó dos veces. Iba -nunca mejor dicho- a tiro hecho. Y sin duda que resolvió pronto.
Acto seguido llevó el cuerpo con una carretilla a su propio vehículo, lo hizo sin temor de ninguna clase, muy decididamente, quemó luego el cadáver y lanzó el coche al río para hacer pensar a las autoridades que se trataba de un suicidio. Muy del cine de terror de los años 50.
Antes de perpetrar el asesinato, Andrew Jones usó el teléfono móvil de la víctima para enviar mensajes a su mujer e hijos diciendo que «lo sentía mucho».