Puede que los tres retiros en cuatro años que tuvo Conor McGregor hayan generado confusión en las autoridades de la UFC, porque el peleador irlandés fue sorprendido durante sus vacaciones en la isla francesa de Córcega con una visita de la Agencia Antidopaje de los Estados Unidos (USADA, por sus siglas en inglés) que no le gustó en absoluto.
McGregor, que disfruta junto a su prometida Dee Devlin de paseos en un lujoso yate valuado en USD 4 millones, lanzó un mensaje contra la empresa líder de las artes marciales mixtas (MMA). “¿Qué está pasando aquí, UFC? La USADA acaba de llegar a mi yate esta mañana para hacer pruebas. ¡Estoy retirado, chicos! Pero adelante, les permitiré que las hagan”, escribió en Twitter.