Me golpeó por años, violó a mi hijo y huyó gracias a los jueces

Ella prefirió no dar su nombre para narrar el calvario que vivió a causa de Mario Campos Cordero. Él fue su pareja -contó la mujer a quien llamaremos Cecilia- y desde que nació su primer varón, hace 15 años, la golpeó en reiteradas ocasiones. 

Pero eso fue sólo el comienzo, pues después se enteró que el hombre también violó a su propio hijo y, aunque no tiene cómo probarlo, sospecha que Campos además asesinó a una tía que solía acompañarla en su peregrinaje buscando justicia.  

Hoy en día, después de lograr una sentencia (aún no ejecutoriada) de 15 años de prisión contra Campos por el “abuso sexual” de su hijo, Cecilia aún teme por su vida y la de sus dos niños. Y es que su expareja huyó, escapó de cumplir la pena impuesta por un tribunal y lo hizo gracias a que el mismo tribunal le permitió salir de la cárcel y guardar detención domiciliaria.

“Cada vez me pegaba, incluso tengo ropas ensangrentadas. En 2016 intentó matarme también. Se abrieron dos casos en la Fiscalía, uno por violencia familiar y otro por intento de homicidio, pero como yo no tenía plata los dos casos se han cerrado”, señaló Cecilia, quien sabe que la justicia también tiene un costo.

No fue sino hasta 2015 que ella se enteró que su hijo mayor, que  entonces tenía 10 años, fue violado por su padre. Se enteró porque el mismo niño se lo confesó en un golpe de valentía. Cecilia dijo  que los abusos ocurrieron desde que la víctima tenía ocho años.

Campos fue denunciado y encarcelado en el penal de San Pedro. Después obtuvo su primera detención domiciliaria.

Cecilia contó  que a principios de 2018, antes de que se dicte la condena  contra Campos, su tía fue asesinada. “Yo sospecho que él la ha matado porque la miraba con bronca en las audiencias. Ella siempre me acompañaba. Hasta a mí me ha dicho ´tarde o temprano te voy a matar, con una soga te voy a matar’”.

El cadáver de la tía fue hallado en inmediaciones del Puente Bolivia en la ciudad de El Alto. Fue asfixiada con una soga y –según Cecilia- no le robaron sus pertenencias. Nunca se encontró a los autores; también por falta de plata.

El 5 de julio de 2018 el Tribunal Primero de Sentencia de El Alto dictó la sentencia de 15 años de prisión en San Pedro contra Campos por “abuso sexual”, no por “violación”. El abuso sexual es la comisión de actos sexuales que no impliquen “la penetración o acceso carnal” y la máxima pena por este ilícito es de 15 años; en cambio por violación la máxima pena es de 30 años.

La abogada de Cecilia, Paola Barriga, aseguró que en este sentido se  benefició al sindicado, ya que hay evidencia de que el menor de edad fue violado.

En febrero de 2017 el Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF) encontró indicios de violación en el cuerpo del niño, aunque éstos no eran concluyentes. Por otro lado, la misma víctima denunció la violación.

De cualquier manera, la sentencia por abuso sexual fue ratificada en una segunda instancia y actualmente se encuentra en la última etapa de revisión ante el Tribunal Supremo de Justicia.

En este ínterin, a pedido de su abogado, Campos fue liberado de prisión por orden judicial y se  fue a casa en junio de este año.

Desde entonces, la víctima de la agresión sexual aseguró que vio que una persona lo seguía. “El martes de San Juan le siguieron a mi hijo y le sacaron foto. Mi hijo se dio cuenta y me dijo ‘donde sea que vayamos él igual nomás va a aparecer, igual nomás nos va a hacer daño’”, contó Cecilia.

Barriga consiguió que el tribunal señalara audiencia para revocar la detención domiciliaria de Campos el 13 de julio. Pero el procesado no se presentó. Cuando lo buscaron en su domicilio descubrieron que allí no vivía nadie.  Había escapado y ahora la Policía anda en su busca.

Página Siete le preguntó a la presidente del tribunal que liberó al prófugo, Sandra Rojas, el motivo de aquella decisión. La autoridad dijo que no puede emitir información ya que este caso, al ser la víctima menor de edad, está en reserva.

Este medio intentó contactarse con el abogado de Campos, David Alcón. Se lo buscó en el número de celular registrado ante el Colegio de Abogados de La Paz, pero el mismo estaba apagado. Página Siete