Este lunes, el Sedes anunció que el Instituto Gastroentereológico Boliviano Japonés, más conocido como el «Gastro», podría convertirse en un hospital centinela, ya que se piensa instalar 20 unidades de terapia intensiva para pacientes graves de coronavirus.
Sin embargo, ayer, los trabajadores en salud de este nosocomio protestaron y pidieron respetar la especialidad que tienen.
Además, los trabajadores denunciaron que no les dan los equipos de bioseguridad, por lo que temen que si los pacientes Covid-19 lleguen a internarse en el lugar, ellos también vayan a contagiarse.
«No tenemos implementos de bioseguridad, tenemos un barbijo N95 que nos dan para atención de todos los pacientes, tenemos que usar bolsas plásticas para cubrir nuestras botas», denunció María Quiroga, una de las trabajadoras, señalando que ante esta situación muchos de ellos optan por comprar sus propios barbijos y otros equipos.
La profesional en salud resaltó que ellos no se están negando atender a estos pacientes, simplemente piden que les den las condiciones y las garantías en caso de ser contagiados sean atiendidos en su seguro de salud.