Una adolescente no termina de vivir el calvario que destrozo su vida desde hace cuatro años, cuando tenía tan solo 12 años, y fue violada por ocho taxistas en 2018, de los cuales 3 están encarcelados y cinco tenían medidas sustitutivas. Desde entonces, la menor sufre de una depresión crónica y ha intentado quitarse la vida en siete ocasiones.
El último intento de suicidio fue este pasado 31 de octubre cuando tomó pastillas, pero afortunadamente los médicos lograron salvarle la vida.
La madre de la menor asegura que su vida fue afectada de una forma terrible. «Mi hija está en promoción, pero no asiste al colegio, sufre depresión crónica, ella padece de ansiedad, tiene episodios de pánico. Ahora está ingresando a un cuadro de esquizofrenia», contó en medio de lágrimas la madre.
En la actualidad, tres de los implicados se dieron a la fuga, tenían medidas sustitutivas. Este pasado 8 de noviembre desde el Colectivo «Mujeres de Fuego» pidieron la revocatoria de las medidas sustitutivas, para los cinco acusados, se pidió levantar la detención domiciliaria sin escolta y en otros su derecho al trabajo.
«Tres de los ya sentenciados, por la denuncia de violación, se encuentran prófugos, se ha declarado su rebeldía, inmediatamente salió sus órdenes de aprehensión. Dos de ellos se presentaron, uno de ellos ha sido enviado nuevamente a la cárcel de San Pablo de Quillacollo, por haber roto las medidas de protección contra la víctima. El otro tiene detención domiciliaria, con escolta policial», declaró la representante del Colectivo Mujeres de Fuego, Nivia Coca.
La activista asegura que lo único que quiere es justicia y que ha pedido en reiteradas ocasiones no ver a sus violadores rondando por la esquina de su vivienda.