Todo inicio cuando dos personas sustrajeron una motocicleta en el sector de Chacapata, en el municipio de Capinota, tras activar el “plan z” coordinado con efectivos policiales y mototaxistas una de las personas fue encontrada pero su cómplice se dio a la fuga.
El plan que fue consensuando con el Comando regional de la policía del valle bajo estable que todos los motaxistas se movilicen de inmediato en un rastrillaje cuando se genera un hecho de robo.
Se trata de un menor de 14 años, quien fue trasladado a la plaza principal de este municipio, donde permaneció por varias horas. En el sector la población y los mototaxistas se reunieron en el lugar donde cuestionaron desde un inicio que el acusado sea trasladado del lugar, además exigían conocer quiénes eran sus cómplices.
La posición de los dirigentes determinó que el menor fuese detenido y juzgado en Capinota para que el caso no quedara olvidado, según el reporte de la Emisora Municipal.
Los ánimos se caldearon poco a poco y la negativa a su trasladado fue rotunda, mientras efectivos policiales intentaban dialogar y personal de la Defensoría resguardaba la seguridad del menor.
Tras fracasar el primer intento de traslado la población lo alejo de la plaza principal sobrepasando a los efectivos policiales y lo llevaron hasta la vivienda donde supuestamente habitaba, luego lo trasladaron a pie hasta Irpa Irpa, escoltados por los mototaxistas. En la plaza de dicha localidad lo interrogaron por varias horas frente a la multitud que permanecía enardecida y alerta.
Tras varias horas en la que los efectivos policiales intentaron dialogar con la población, un contingente se trasladó a la zona y en horas de la noche los efectivos policiales hicieron uso de agentes químicos para dispersar a la población y rescatar al menor.
“Empezaron a arrojar piedras, habían piedras palos, sin embargo se tuvo que hacer un repliegue táctico”, señaló el Comandante Regional de Valle Bajo, Cnl. Gilmar Quilla Assaf.
Según el informe policial el sospechoso fue agredido, al igual que los efectivos policiales, quienes se replegaron ante la arremetida contra ellos y sus oficinas. En medio de la intervención se arrestó a dos personas.
Finalmente el menor fue trasladado al municipio de Quillacollo y fue internado en un centro médico.
OLA DE ROBOS
Durante el mes de marzo e inicios de abril se registraron varios casos de robos en este municipio por lo que la población se encontraba molesta y dispuesta a realizar justicia por mano propia y el último caso registrado fue la gota que derramo el vaso.
El robo en una casa mientras los dueños salieron al cementerio, un segundo robo a una vivienda, el robo de varias motocicletas y la presencia de personas extrañas en el lugar elevo el estado de alarma de los vecinos y mototaxistas.