El candidato a la presidencia por Comunidad Ciudadana (CC), Carlos Mesa, propuso este viernes que el gobierno impulse un acuerdo con los microempresarios del país para la fabricación de millones de barbijos, con estándares establecidos por las autoridades de salud, para su venta a bajo costo e incluso su distribución gratuita a sectores de la población vulnerable o de menores ingresos, y de esa manera contribuir a la salud y economía.
“¿Por qué no hacer un acuerdo entre el gobierno y los micro y pequeños empresarios que puedan fabricar este producto y hacerlo con estándares de calidad adecuados? La fabricación de millones de barbijos con el aporte económico del Estado que permita la distribución a costo muy bajo; y en muchos casos, gratuitamente a sectores que lo necesitan con urgencia”, sugirió en su habitual mensaje de Facebook.
El candidato recordó que el barbijo ha sido desde el inicio de la pandemia, el artículo más usado en todo el mundo para prevenir el contagio del coronavirus. “Sin usar barbijo, no hay tratamiento ni medicamento que sirva, sobre todo cuando uno sale a la calle y cada día se debe usar uno o dos.
Aunque los costos varían, se sabe que el uso permanente para una familia de varios miembros, especialmente si la mayoría trabaja, genera un costo adicional que, en medio de la crisis económica, resulta oneroso. Por otra parte, hay recintos donde viven personas en situación de vulnerabilidad o de riesgo, que no generan recursos y la disponibilidad de este artículo depende de la solidaridad pública, las donaciones o el esfuerzo personal de quienes los habitan.
Por ello, Mesa sugirió que en unos casos su costo sea económico y que en otros “la distribución gratuita se la efectúe a sectores que lo necesitan con urgencia: hogares de acogida, hogares de niños, hogares de personas de la tercera edad, hospitales, cárceles, recintos policiales, oficinas públicas e incluso comunidades rurales. El conjunto de posibilidades y de uso es realmente ilimitado”.
El expresidente explicó que “esta posibilidad, permitiría una inyección económica, permitiría mejor uso de barbijos con calidad estandarizada, y permitiría abaratar o evitar costos a personas que tienen dificultades económicas y que no pueden enfrentar la compra del barbijo, cuyo tiempo de uso útil es limitado”.
“Es una idea que ya se dio, pero que no se aplica. Es una idea que queremos proponer hoy, como una solución en dos direcciones: salud y economía”, dijo, pues se tendría un triple beneficio, se ayudaría a los microempresarios, se controlaría la calidad de los barbijos y se aportaría en la protección real de los ciudadanos.