Tras el parate obligatorio debido a la pandemia del coronavirus, la pelota volvió a rodar en la Champions League y esta tarde se conocieron los últimos dos pasajeros del Final 8 que se disputará en Lisboa. El partido más trascendental de la jornada se dio en el Camp Nou, escenario que pone cara a cara al Barcelona y Napoli. Allí el anfitrión derrotó 3-1 al elenco italiano y se aseguró un boleto para la siguiente ronda, donde chocará ante Bayern Múnich. El global quedó 4-2 a favor de los españoles, tras el 1-1 de la ida en el estadio San Paolo.
La primera parte del match fue accidentada y polémica: hubo de todo. El conjunto visitante avisó al minuto con una jugada clara de Mertens que dio en el palo. Al minuto 9′ el francés Lenglet conectó de cabeza y puso en ventaja al Barça (frente a los reclamos napolitanos por un supuesto empujón que fue analizado y desestimado por el VAR).
Lionel Messi desplegó su repertorio a partir del minuto 23, cuando recibió como extremo derecho y se metió en el área rival entre dos o tres adversarios. La jugada se ensució y casi pierde el balón, pero llegó a sostener la posesión y sacó un remate casi imposible que dejó sin chances de respuesta al colombiano Ospina, quien llegó a tocarla pero no consiguió evitar el segundo.
A la media hora de juego Ospina le sacó un remate espectacular a Luis Suárez, la jugada continuó y derivó en un centro para Messi, que bajó la pelota de pecho en el área y anotó el tercero. Sin embargo, el árbitro turco Çakιr terminó anulando el gol a instancias del VAR por una supuesta mano que en las repeticiones por TV no se llegó a distinguir.
El VAR otra vez sería protagonista cuando a los 41′ Messi madrugó a Koulibaly en la salida del fondo del Napoli: en su intento por despejar el esférico, el francés fue anticipado por el argentino y le cometió penal. El rosarino quedó tan sentido que no pudo ejecutar la pena máxima (quedó a merced de Suárez, que amplió la diferencia) y terminó la primera mitad rengueando con un fuerte dolor en su gemelo izquierdo. Sobre la hora, una jugada similar en la otra área derivó en el penal de Rakitic a Mertens, que fue canjeado por el descuento por Lorenzo Insigne.
En el complemento bajaron bastante las revoluciones y el dueño de casa trató de bajarle el ritmo a la acción. Los conducidos por Gattuso se empeñaron en achicar la ventaja y arrimaron peligro con balones aéreos: un cabezazo de Koulibaly, un gol anulado al polaco Milik por un offside mínimo previo a su testazo y otro que se estrelló en el poste por parte del mexicano Lozano.
A los napolitanos les faltaron dos goles para mantener viva la llama de levantar la Champions en esta edición. Como contrapunto el que tomó oxígeno en su posición fue el entrenador de los catalanes, Quique Setién, que parece depender de la suerte deportiva de los suyos en la competición para sellar su continuidad de cara a la próxima temporada.