El legendario ex boxeador de 56 años reveló que ganó bastante peso tras su retiro y temió un desenlace fatal a causa de la obesidad. A Mike Tyson se lo conoce en el mundo como uno de los hombres más rudos, pero en los últimos años también ha mostrado su lado más vulnerable al hablar de cuestiones de salud.
En el último episodio de su pódcast ‘Hotboxin’, donde estuvo de invitado Ryan García para hablar de su próxima pelea ante Gervonta Davis, el ex campeón mundial de los pesados ha reconocido que sintió que podía perder la vida después de dejar el deporte porque empezó a comer sin control y subir de peso de forma desmedida.
“He pesado 400 libras (cerca de 180 kilogramos) antes. Tenía familiares que murieron de obesidad y cosas así. Tengo miedo de esas cosas, dejé de comer, tengo miedo, vi por lo que pasó la gente de mi familia. Ese es mi mayor miedo: la obesidad. Me sentí morir”, dijo Iron Mike a su público. Agencias