Servicios de socorro y militares intentaban este jueves acceder a miles de hogares aislados a causa de inundaciones y aludes de lodo, que desde el sábado han provocado la muerte de decenas de personas y enormes daños materiales.
En la región turística de Gifu, ubicada en el centro, funcionarios precisaron que los aludes y las inundaciones dejaron un millar de casas aisladas, con unas 2.300 personas.
En la región más afectada, Kumamoto (suroeste), ya comenzaron los trabajos para reparar los daños causados por las lluvias, consideradas entre las más violentas de los últimos años.
«La cantidad de personas bloqueadas en sus casas se redujo a cero. Podemos llegar a todos los lugares en que se encontraban aisladas«, dijo a la AFP un funcionario.