Molina: Alcaldía “alquilará” el segundo horno crematorio

Vuelve la controversia en la Alcaldía de Cochabamba, esta vez por el segundo horno crematorio que está siendo instalado en el Cementerio General de nuestra ciudad, que continúa sin funcionar y que presuntamente no fue comprado sino “alquilado”.

La concejal Rocío Molina, en una entrevista con ATB, denunció públicamente que se tiene conocimiento de que el horno crematorio que está siendo instalado por Obras Públicas “va a ser alquilado, que no va a ser comprado por el municipio”.

Resaltó que, en abril de este año el Concejo aprobó la compra de un nuevo horno para la incineración de cuerpos portadores del virus Covid-19. Además, se designó 2,2 millones de bolivianos para este propósito, por lo que no existe necesidad de alquilarlo.

Explicó que la secretaria interina de Salud, Giovanna Colodro, informó al Concejo que el alquiler de este horno se hizo a una empresa privada, el cual cobraría 1.200 bolivianos por cremación.

Molina pidió al alcalde José María Leyes dejar de “hacer negociados con el luto y dolor de las familias” que perdieron a sus seres queridos por el coronavirus.

LEYES DESMIENTE

El alcalde José María Leyes aseguró que la denuncia es una “falacia” asegurando que el horno fue comprado y está en proceso de instalación.

“Yo no sé quién asesora a esta señora o si se levanta con alguna idea uy dice cualquier disparate”, comentó molesto el burgomaestre. Aseguró que la concejal solo busca “perjudicar a Cochabamba” y su gestión generando desinformación y denuncias de este tipo.

Por último, pidió dejar trabajar a quienes quieren hacerlo y no “perjudicar” las gestiones, en medio de esta crisis.

HORNO SIN FUNCIONAR

La pasada semana, el alcalde anunció que desde el pasado viernes el nuevo horno incinerador comenzaría a funcionar, y cremaría hasta 18 cuerpos diarios. Pero esto no fue así y a la fecha se sigue haciendo la infraestructura del lugar.

Para los concejales Edwin Jiménez y Carlos Coca esta situación es una burla para las familias dolientes que aún deben anotarse en una lista de espera para la cremación de sus difuntos.