La concejal Rocío Molina manifestó hoy la preocupación del Concejo Municipal ante el estado del horno crematorio y el rebalse en su capacidad. Pidió a las autoridades correspondientes del Sedes apresurar las pruebas que retrasan la incineración de los occisos y generan dolor en las familias que han perdido a sus seres queridos.
“Los cadáveres no están pudiendo ser trasladadas para su cremación debido a que se está tardando con las pruebas, pedimos a las autoridades que se acelere este proceso”. Molina recordó que hace dos meses y medio el Concejo Municipal a través de la ley 646 aprobó la gratuidad de incineración para las personas que murieron a causa del Covid.
El único horno crematorio que tiene la ciudad se encuentra en su máxima capacidad y se teme que vaya a colapsar. Desde el mes de abril se tiene aprobado el presupuesto de 2.2 millones de bolivianos para la compra de un nuevo horno crematorio, pero hasta la fecha no existen acciones por parte del ejecutivo.