De acuerdo a la declaración realizada el lunes ante el TDD en Cochabamba, Montaño aceptó que no se llama Gabriel, sino Diego Hernán Montaño Moizán, además que no tiene 19 años y sí 25 (nacido el 23 de junio de 1999).
Responsabilizó a un vecino suyo, llamado Alberto, un abogado que lo convenció a sus 11 y 12 años de cambiar su nombre y bajarse la edad para poder jugar al fútbol. Todo esto fue, según Montaño, sin el consentimiento de sus padres y mucho menos de los dirigentes celestes de ese año.
“Muy bien, entonces, para aclarar le hago una pregunta clave, ¿cuántos años vos tenías cuando te hicieron tu nuevo carnet y quién es la persona que te hizo tu nuevo carnet? O sea, no existe un hermano que se llame Diego, sos vos Diego, o sea no hay otra persona si no que te hicieron un nuevo carnet, pero con otro nombre y otra edad, ¿es así?”, inicia la pregunta clave del TDD.
Montaño respondió: “Sí, es así, yo era, tenía por ahí 11, 12 añitos, no me recuerdo muy bien, y fue don Alberto que me ayudó”. “¿Era un vecino tuyo?”, consultó el TDD.
Con estas declaraciones, todas las pruebas expuestas por Royal Pari establecen que el jugador incurrió en esta faltas, además que corroboran dos documentos que circularon en las últimas horas: el informe de similitud dactilográfica de las huellas digitales de los pulgares de la mano izquierda de los registros de Diego Hernán y Gabriel, además de un registro federativo de Diego Hernán cuando fue inscrito en la categoría sub-9 del club Liga Deportiva Mundo Joven en Acción.
A falta del fallo final del tribunal, el jugador, al admitir su responsabilidad, puede ser sancionado entre dos y cuatro años sin actividad deportiva, algo que será definido una vez que acabe este proceso. Sobre esta declaración y el desarrollo del proceso, el asesor legal del Inmobiliario, Sergio Romero, le dijo a Los Tiempos que el club cruceño ofrecerá una conferencia de prensa hoy. A este proceso, además, se adhirió el club Real Santa Cruz, entidad aceptada por el TDD para que forme parte de la demanda deportiva. Agencias