Partió el lunes de Buenos Aires, pero se retrasó demasiado en Villazón, donde los funcionarios le pusieron varias trabas antes de permitirle pasar.
Julio Ramos, el padre de Limbert Ramos, el médico que viajó por tierra desde Buenos Aires con la intención de salvarle la vida, falleció al promediar este mediodía en el hospital obrero de la Caja Nacional de Salud, confirmó este diario con fuentes de la familia.
Limbert partió a las 18:00 del lunes desde Buenos Aires conduciendo una ambulancia de su propiedad. Allí traía medicinas, mayoritariamente muestras médicas, para combatir el coronavirus. Por razones humanitarias, le permitieron pasar en todos los puestos de control de Argentina, pero tuvo que detenerse en Villazón, ya en territorio boliviano, donde los funcionarios de control del paso fronterizo le pusieron varias trabas.
El médico vive en Buenos Aires, donde tiene su empresa privada de salud. Él mismo enfermó de coronavirus, pero se curó, así que su intención era donar plasma para su padre.
En Villazón permaneció durante varias horas, mientras, en Potosí, su padre empeoraba. Lo último que se le pidió fue la póliza de importación de la ambulancia. Finalmente, por efecto de la presión social, se le permitió pasar al promediar la medianoche. Llegó a Potosí en la madrugada y encontró un panorama dantesco. Su padre se encontraba moribundo, así que tuvo que intubarle y se lo llevó al hospital obrero. Incluso hasta las 11:00, se disculpaba al teléfono porque, según decía, seguía en trámites para internar a su padre en terapia intensiva. Después, su familia comunicó el fallecimiento y él dejó de contestar el teléfono.
No hay más detalles porque la familia está destrozada. Su hermana, Marlene, dijo que «solo Dios sabe» si su padre se hubiera salvado si su hermano llegaba a tiempo. Es difícil hablar con los deudos en estos momentos. Agencias