Marco Antonio Aramayo Caballero (54) falleció a las 05:40 de este martes, 19 de abril, en la sala de terapia intensiva del Hospital Cotahuma, de La Paz, tras sufrir un segundo paro cardiorrespiratorio.
La organización internacional Human Right Watch (HRW) consideró que la muerte en prisión de Aramayo, “evidencia los estragos de la falta de una justicia independiente”.
“Nos entristece la muerte de Marco Aramayo. Hay alegaciones serias de violación al debido proceso e inadecuada atención médica en prisión. ¿Pero quién va a investigarlas?”, se preguntó César Muñoz, investigador sénior de HRW.
Aramayo, quien tenía en su contra 256 denuncias penales, falleció a las 05:40 de este martes por efecto de un paro cardiorrespiratorio, en el Hospital Municipal Cotahuma de La Paz, donde ingresó el sábado a una sala de terapia intensiva.
El exdirector estuvo siete años en la cárcel tras revelar que, en 2014, Nemesia Achacollo (MAS), entonces ministra de Desarrollo Rural en el gobierno de Evo Morales, autorizó el desembolso de Bs 575 millones para proyectos que no llegaron a concretarse.
Aramayo fue director ejecutivo del Fondo Indígena entre septiembre de 2013 y febrero de 2015. Tras su salida, ya enfrentaba 120 denuncias, todas por incumplimiento de deberes, conducta antieconómica y contratos lesivos al Estado.
El desfalco del Fondo Indígena implicó a una treintena de dirigentes vinculados al MAS que recibieron recursos para proyectos de desarrollo. El Fondo Indígena se creó con los recursos generados por la renta petrolera.
De acuerdo con el recuento del periodista Andrés Gómez, 84 jueces, 91 fiscales, seis policías investigadores y 32 técnicos conocieron el caso de Aramayo.
El exdiputado Rafael Quispe, quien también denunció el desfalco, señaló que tras ocho años de investigación la Fiscalía no pasó de la etapa de investigación. «Nunca se abrió el juicio», señaló.
RECORRIDO A SU MUERTE
Los datos indican que Aramayo permaneció siete años detenido preventivamente; se le abrieron 256 procesos en su contra, llegó a permanecer en 56 cárceles e incluso fue cautelado 14 veces en un mismo día, sufriendo “tortura” y “humillación”, de acuerdo al Instituto de Terapia e Investigación (ITEI).
“El 7 de enero de 2016, hice una denuncia contra Achacollo y ahí me aislaron otra vez. En cada denuncia que hacía en contra del gobierno de Evo Morales y sus ministros me llovían las cautelares, las notificaciones y los traslados. Son innumerables las veces que fui castigado, aislado a Chonchocoro, El Abra, Palmasola, Mocovi, a Cobija a Villa Busch. Y así, no le daban tranquilidad a mi vida”, contó Marco, quien constantemente era trasladado para asistir a audiencias en diferentes regiones del país, pese a su cuadro de hipertensión y diabetes.
«256 PROCESOS DE VENGANZA»
Mediante su cuenta en Twitter, el expresidente Carlos Mesa emitió duros pronunciamientos, lamentando el deceso del hombre que afrontaba 256 procesos.
“El terrible y progresivo asesinato de Marco Aramayo es la evidencia de una mafia política judicial masista que por 16 años protegió la corrupción y persiguió hasta su eliminación a quienes la denunciaron, y una advertencia a la permisividad e inacción de toda la sociedad”
Al respecto, el exdiputado Amílcar Barral sostuvo que “víctima de la venganza y justicia del MAS, descansa en paz querido Marco Aramayo. Ahora quienes se harán responsables de esto, por denunciar corrupción en el Fondo Indígena, murió con 256 procesos de venganza. Evo Morales, lo torturó de toda forma durante siete años en la cárcel”. Agencias