Maria Eugenia, como quiso ser identificada la víctima, vivió el infierno en tierra tras estar secuestrada 23 años en la casa de su pareja en Rosario, Argentina.
Oscar Alberto Racco es un mecánico de 59 años que abusó sexualmente, golpeó y amenazó a su pareja durante más de dos décadas. El pasado martes fue acusado de privación ilegítima de la libertad y reducción a la servidumbre.
La fiscal de la Oficina de Violencia de Género , Luciana Vallarella, solicitó una pena de 18 años de cárcel para Racco.
La víctima confesó que durante los primeros cinco años de cautiverio, Racco la tuvo atada con una cadena a la cama. Era obligada a limpiar la casa y obligada a arrodillarse y rezar durante horas como penitencia por ser “mala persona y una prostituta”.
“Nunca pensé que iba a salir de lo que estaba viviendo”, declaró María Eugenia en la primera audiencia del juicio, en el que contó detalles de su martirio y de cómo logró escapar de su captor en 2019.
“Cuando él se iba, me dejaba encerrada. Una mañana me hizo levantar a barrer la vereda con él pero después entró porque fue al baño y no quería que yo estuviera en la casa cuando iba al baño. Escuché que abrió la ducha y mi sensación fue: ahora o nunca”, recordó la mujer en una entrevista para el medio local El Tres.
La mujer tomó un monedero, dos fotos de su hijo y una carta de su padre, abrió la puerta que su captor dejó sin candado y corrió por su vida. Logró tomar un taxi y pudo por fin pedir ayuda. “Busqué a una tía mía en la guía. La llamé y le dije que me ayudara, porque si no para la noche estaba muerta”, expresó María Eugenia. Tras la audiencia, la víctima declaró que su gran compromiso es que nunca otra mujer vuelva a pasar por lo que ella pasó.