El gobierno de la presidenta Jeanine Añez, en la última semana se vio gravemente desprestigiado por la compra de 170 respiradores de emergencia con un presunto sobreprecio.
Esto inició una investigación, la destitución y posterior detención preventiva del ministro de Salud Marcelo Navajas, así como de otros funcionarios.
TODO FUE UNA CONSPIRACIÓN
El ministro de Gobierno y mano derecha de la presidenta Añez, Arturo Murillo, en una entrevista con Los Tiempos, aseguró que esta compra y todo el escándalo fue confabulado por el Movimiento al Socialismo (MAS).
«Claramente, aquí ha habido una conspiración, y hay una conspiración en muchos ministerios y muchas alcaldías del país, del MAS. Aquí el gran delincuente es (Fernando) Valenzuela, que ha sido asesor de (la exministra de Salud) Gabriela Montaño, que ha sido la persona que ha tramado todo esto», declaró Murillo.
Además señaló que el denominado «testigo clave» Fernando Humerez está detrás de todo esto y que solo busca implicarlo al declarar que lo buscó.
«Humerez para mí siempre ha sido un delincuente», declaró el ministro asegurando que desde que Humerez era diputado de Podemos fue un «doble cara» y tenía cercanía con el MAS, lo cual se evidenció en la proclama del año pasado dónde los hinchas del Wilstermann dieron su apoyo a la candidatura de Evo Morales.
NAVAJAS CAYÓ POR CONFIADO
Murillo, lamentó la situación legal del ex ministro Marcelo Navajas, señalando que pese a no conocerlo mucho, fue un «shock» toda esta situación.
Indicó que Navajas tuvo dos errores: el primero, no destituir a Valenzuela del cargo de encargado de adquisiciones del Ministerio de Salud, quien fue mano derecha de la ex ministra Montaño. El segundo, ser muy «confiado» al firmar la orden de compra.