El exministro de Gobierno -en la gestión de Jeanine Añez- Arturo Murillo se declaró en Estados Unidos no culpable de las acusaciones de soborno y lavado de dinero, como parte de una estrategia en la que también brinda información que posibilite que su condena sea menor a la prevista.
“Hay la posibilidad de que esté negociando porque hay otra persona involucrada (según la denuncia en el país del norte), un exfuncionario de alto nivel del Ministerio de Defensa. Murillo estaría ofreciendo información de esta persona y sería (Luis Fernando) López”, manifestó a ATB el abogado internacional Thomas Becker. Según el jurista, Murillo puede minimizar su sentencia si ofrece pruebas.
López es otro de los vinculados en la compra y venta de gases lacrimógenos mediante una empresa intermediaria.
El “clan mafioso” -cómo lo cataloga el Gobierno- le habría hecho al Estado boliviano un daño económico de 2.3 millones, según información oficial.
Becker agregó que la abogada de Murillo es “experta en delitos de soborno y lavado de dinero contra personas de alto nivel”. Por soborno, la máxima condena es 15 años de prisión, y por lavado de dinero, 20 años.
Añadió que, por lo general, una persona vinculada a esos delitos recibe en el juicio una sentencia menor, y eso es lo que busca Murillo, aunque su estrategia podría voltearse.
“Hay elementos que pueden hacer subir esa sentencia porque se trata de un exfuncionario público de alta posición (ministro), era parte de una conspiración que causó un daño de más de 1.5 millones de dólares. Además, que hay más de un soborno; y eso también aumenta los años de condena”, dijo.
Hasta fin de mes está previsto que se conozca la fecha de inicio de juicio contra Murillo.
De acuerdo a las autoridades estadounidenses, tres norteamericanos habrían pagado 602.000 dólares en sobornos en beneficio de Murillo, Sergio Rodrigo Méndez y de otro exfuncionario boliviano. Agencias.