El mercado 25 de mayo “B” se quedó sin una de sus máximas representantes. En pasados días, el cáncer de matriz, arrebató la vida a la señora Martha Valdivia conocida vivandera y también considerada poetisa de la ciudad de Cochabamba.
PÉRDIDA IRREPARABLE
La secretaria de conflictos del tradicional mercado, Patricia Gonzales, indicó a LA VOZ que la perdida de la comerciante se hace sentir en los pasillos del mercado.
“Lamentablemente perdimos a una compañera muy especial en el mercado, una de las fundadoras, siempre nos representaba en todo lado, ella también participaba de la recreación de la batalla de las Heroínas de la Coronilla, era como la voz del mercado”, indicó.
Las caseritas la recuerdan con una voz fuerte, pero también cariñosa para llamar a los comensales. “Tenía la voz muy alta, siempre nos acompañaba y organizaba. Ha cambiado mucho el mercado sin ella”, contó.
Las mesas donde servía el delicioso ají de fideo, riñón, falso conejo, milanesas, ají de patitas, entre otras delicias, están vacías con un crespón negro, flores y velas sobre un ladrillo que pusieron otras comerciantes.
Se conoce que Valdivia no llegó a tener hijos y que hace más de 30 años vendía comida en el tradicional mercado.
RECONOCIDA
Una de las facetas que más llamó la atención tanto de las caseritas, comensales y de las propias autoridades, fue la de actriz. Y es que Valdivia, junto a sus compañeras participó de la recreación de la batalla de las Heroínas de la Coronilla en la colina de San Sebastián.
Su interpretación, llegaba hasta las lágrimas, indicó otra comerciante.
En una ocasión, en el año 2018, recibió un reconocimiento de la organización de escritores “Poetas del mundo”. Esa vez, la comerciante hizo una declamación que fue escuchada por todos los presentes del mercado y arrancó los aplausos de los asistentes.
NECESIDADES DEL MERCADO
Valdivia en vida, junto a otras dirigentes del comedor hizo varias solicitudes a diferentes autoridades municipales. Gonzales indicó que una de las mayores preocupaciones entre las caseritas es la falta de iluminación en horas de la noche. “Si no fuera por las luces de nuestros puestos, estaríamos en penumbras, eso aprovechan algunos antisociales cuando es un poco tarde”, indicó.
Otra preocupación y uno de los mayores dolores de cabeza para las vivanderas, es el mal estado de las canaletas y de las calaminas. “Cuando llueve, llueve más adentro que afuera”, dijo.