Calificado como un incidente “super loco”, es como relata una activista que encontró al ahora denominado “Narcogato”, un pequeño minino que era usado por una persona en situación de calle y drogodependiente para esconder precisamente sustancias controladas, de ahí el nombre del animalito que ahora busca hogar.
Según el relato de Claudia Martínez, activista y responsable por el refugio Gamaliel, se encontraba en la zona norte de la ciudad cuando se encontró con el hombre que caminaba descalzo por la avenida Perú cuando vio que en su poder tenía al gatito.
La joven se acercó al hombre con quien conversó y le pidió comprar al animal, algo que asegura no fue con el fin de fomentar la compra de animales, sino de facilitar la entrega del animalito.
“Este gatito se encontraba en manos de un polilla, viste una solera verde fosforescente, está descalzo caminando por la Av. Perú, me acerqué amablemente y le dije que le compraba su gato (no es fomentar, pero el tipo estaba drogado) me lo entregó apenas”, explica.
En casos anteriores, la joven explicó a sus seguidores lo vital que resulta rescatar a los animales de personas intoxicadas por el riesgo que corren estando en su poder.
El relato continúa explicando que se quedó en cercanías a comer con el gato entre sus brazos, cuando el hombre volvió y se llevó una tremenda sorpresa.
“Me senté a comer algo y al rato volvió y me dijo, me olvidé algo en el gato, creí que me lo quitaría y saldría corriendo, pero no…hurgó la chompa improvisada que le hizo y sacó varios sobres de droga”, añade.
El “narcogato”, tenía una chompita negra adaptada que aparentemente escondía un compartimento donde el hombre tenía la sustancia controlada escondida.
Martínez señala que alertó a la policía del hecho y que el tráfico de drogas aparentemente se hace de forma libre.
“Ya llamé a la policía y esta es una alerta para la policía que casualmente para llegar aquí me retuvieron 2 veces para hacerme el control de alcoholemia…Sres. En sus narices están traficando drogas”, finaliza.
Tras lograr rescatar al animalito, la activista busca darlo en adopción, bautizándolo como Chapo, alias “El Narcogato”.