Los grupos de élite de la policía de Argentina y los refuerzos de la Gendarmería Nacional encararon un megaoperativo en uno de los puntos más conflictivos de la frontera norte de Argentina, que se conecta con Bolivia a través de dos puentes internacionales y decenas de pasos clandestinos en el monte.
En esta zona, los principales problemas provienen de las actividades de grupos de narcotraficantes que, con una estructura «empresarial», despliegan del lado boliviano a sus productores nómades de cocaína en rudimentarias cocinas y luego «bombardean» el noroeste argentino con cargas de droga que lanzan desde avionetas.
También envían «capsuleros» con la droga en el estómago, o «mulas» que llevan los paquetes adheridos a su cuerpo. A este escenario se suma el arribo masivo de ciudadanos bolivianos en busca de atención médica ante el colapso del sistema sanitario en el país vecino por la expansión de la pandemia del coronavirus que castiga a Bolivia. Clave 300