Una niña de 11 años quedó embarazada producto de una presunta violación por parte de su hermano de 13. El caso fue descubierto por la profesora de una unidad educativa y la denuncia fue realizada por las autoridades del establecimiento.
Aunque lleva ocho meses de gestación, los padres no dieron a conocer el hecho. Según el responsable de la Dirección de Igualdad de Oportunidades (DIO), Luís Martínez, de forma preliminar, advirtió que los padres presuntamente desconocían que el agresor era el hermano.
“La profesora de Educación Física estaba realizando medidas antropométricas, que hace cada cierto tiempo. En ese momento advirtió que la estudiante tenía un abultamiento en el vientre, por lo que puso a conocimiento de sus superiores y ellos a la Defensoría de la Niñez y Adolescencia. Preliminarmente los padres no sabían que era el hermano el agresor”, informó Martínez. El caso pasó a conocimiento del Ministerio Público, instancia desde la cual confirmaron que la niña fue trasladada hasta un recinto hospitalario, donde se encuentra internada.
«Lacerante». Así ha calificado la fiscal Katherine Rojas, quien atedió este caso, y lo expuso este sábado, en su intervención en las Jornadas de Socialización de la ley 348 y la ley 243, organizado por la Brigada Parlamentaria de Oruro.
«Es un caso que, al margen de golpear la sensibilidad humana, nos deja casi atados de manos porque si bien hay una víctima y también el agresor; es de la propia familia, pero además inimputable ante la ley por la edad que tiene», aseveró Rojas.
La fiscal sostuvo que para este tipo de casos, se debe tener unidades especiales con profesionales capacitados, pero que lamentablemente no es así. “Hemos tratado de responder junto con la Defensoría de la Niñez, la Felcv, una atención inmediata de esta menor, la hemos llevado al hospital. Lamentablemente la detección de este embarazo fue totalmente extemporánea, tiene 8 meses de embarazo, prácticamente imposible su interrupción legal”, concluyó la fiscal. Agencias