Una niña de ocho años del municipio de Capinota en el departamento de Cochabamba fue violada, golpeada y quemada por su propio padre quien además la obligaba a cocinar a leña para él y su abuela.
Ayer fue aprehendido el padre agresor por efectivos policiales de la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia (Felcv), quienes gracias al trabajo de inteligencia de la institución lograron evitar que el hombre escape a Chile.
SIN NIÑEZ, GOLPEADA Y QUEMADA
La pequeña no tuvo niñez pues no le estaba permitido jugar y disfrutar como los otros niños. Ella era quien se encargaba de cocinar el almuerzo para su abuela y padre.
Con apenas ocho años todos los días debía levantarse temprano para preparar la comida que además era cocinada en leña. Si por alguna razón el almuerzo no era del agrado del padre o la abuela, la niña era brutalmente golpeada incluso le quemaban con carbón.
Unas pequeñas manitos maltratadas por el trabajo y con heridas ya cicatrizadas; de quemaduras con carbón, muestran el infierno que tuvo que pasar la menor.
Pero su suplicio no terminaba con las agresiones físicas, pues además era violada sexualmente por su padre, que ante la complicidad de la abuela aprovechaba la fragilidad e inocencia de la pequeña para cometer los actos degenerados con su hija.
La pequeña niña a su corta edad lleva heridas en todo el cuerpo, la espalda fue flagelada y las marcas que quedaron lo demuestran, pero además tiene daños mentales, psicológicos, espirituales y emocionales que deben ser tratados y probablemente tarden mucho en cicatrizar.
ALCALDÍA, FIESTA Y DOLOR
Algunos familiares de la víctima que conocieron los hechos hicieron la denuncia en la Defensoría de la Niñez y Adolescencia del municipio, pero estos no hicieron nada porque tenían una celebración. “Nos hemos comunicado, pero nos indicaron que no podían hacer nada porque estaban de fiesta”, lamentó Hugo Irirarte, director de Derechos Humanos a nivel nacional.
Iriarte recibió la denuncia a través del colectivo de Mujeres de Fuego, quienes hacían el seguimiento del caso ante la falta de interés de parte de la Alcaldía de Capinota.
Si bien, se desconoce la data exacta de cuando comenzaron las agresiones a la menor, se tiene conocimiento que una de las últimas ocasiones fue el 27 de septiembre.
“La puñeteaba, pateaba, no le daban de comer, además sufría abusos sexuales (…) es indignante que autoridades no hayan realizado ningún acto de protección con la niña”, señaló Iriarte.