Niña Moza una tradición beniana deleitando en la Llajta hace “cuarto siglo”

La agradable fragancia de la repostería impregna todo el salón, el cliente se siente en un ambiente familiar, pues “La Niña Mosa” es ese lugar acogedor donde los amantes del buen comer, pueden disfrutar de la gastronomía beniana.

La propietaria es Adela Rivera Velasco de Mendoza, una beniana de sepa que nació en Trinidad hace 69 años. Cuando aún era adolescente obtuvo una beca para estudiar y esa fue la razón por la que llegó hasta la Llajta, tierra de la que se enamoró y decidió nunca más dejar. 

Está casada con Fredy Mendoza López, tiene cuatro hijos y nueve nietos, la familia creció y hecho raíces en la capital gastronómica de Bolivia, donde a pesar de la variedad Adela resaltó con su sazón beniano.

“Se me ocurrió abrir Niña Moza, porque a mí me dicen ‘niña’ y a mi hermana ‘mozi’ y abrimos como Niña Moza por las dos hermanas, ahora cada una trabaja por su lado”, contó Adela.

CUARTO SIGLO DE TRADICION

“Niña Moza” fue inaugurado hace 25 años y cuatro meses, un 23 de marzo de 1996, cuando el salón abrió las puertas al público era uno de los pocos locales dedicados a la gastronomía oriental, por lo que tuvo muy buena acogida entre los cochabambinos.

Inició en la calle Ecuador a lado de la sede del Wilstermann, después se trasladó a la Colombia, pasó por la Calancha y ahora se encuentra ubicada en la avenida Tadeo Haenke y Atacama.

Adela contó que desde muy niña se sentía atraída por la cocina y repostería, a sus 13 años preparaba tortas, gelatina de patas, budines, bolos, entre otras delicias para venderlas en la tienda que tenían sus padres; siempre le gustó sentirse independiente económicamente.

“Mi mamá nos ha enseñado a trabajar nunca nos ha dejado de ociosas, todos teníamos que estar ocupados y así nace mi pasión por la gastronomía”, recordó.

No obstante, sus buenas aptitudes para la cocina cuando llegó a Cochabamba las mejoró pasando un curso en el Instituto Alemán Santa María,  donde sus maestras le enseñaron sin reservar ningún secreto.

La necesidad de colaborar a su esposo con las cuentas de la casa, al tener una familia numerosa es lo que la impulsa a abrir el salón. “Por eso me anime, con cosas que yo sé hacer”, afirmó.

RECETAS DE TRADICION

Las recetas de Adela no variaron con el tiempo, no las modificó desde que las aprendió con su mamá. La gelatina de patas, el somó, la chicha camba, además de los platos como el masaco, majadito, keperí forman parte de la tradición de su familia.

En relación a los ingredientes indicó que una mayoría los encuentra en Cochabamba, pero hay algunos que los manda a traer de Beni; pues de lo contrario las recetas no serían las mismas, como ser el charque y el chocolate de Baure.

La “Niña Moza” con su gastronomía oriental ya es parte de la tradición cochala, pues los paladares de la Llajta saben que se deleitaran con los manjares benianos.

UN NEGOCIO FAMILIAR

Actualmente Adela trabajan junto a su hija menor; quien estudió gastronomía y su nuera. “Ellas han aprendido a cocinar, pero yo siempre estoy mirando porque quiero que las cosas salgan perfectas”, expresó.

Cuando LA VOZ le preguntó si tiene por objetivo expandir o abrir sucursales, Adela respondió que no, pues aseveró que no conviene ya que no tiene la seguridad de que el personal contratado trabaje como ella lo hace. “Prefiero atender bien a toda la gente que viene en un solo lugar”, sostuvo.

Sueño que la Niña Moza continúe”

El sueño de Adela es que el negocio que inició con tanto amor y esperanza continúe bajo la administración de su familia, el sueño se va realizando gracias a su hija menor que sigue sus pasos y ya forma parte de la “Niña Moza”.

“Realmente hemos tenido muy buena acogida porque a la gente cochabambina le encanta comer rico, creo que toda la comida beniana tiene su toque especial es exquisita”, aseveró.

En relación al último año desde que llegó la pandemia señaló que lo más duro fueron los primeros meses, porque no pudieron trabajar, posteriormente atendieron por delivery y ahora está más tranquila con la flexibilización de las medidas restrictivas.

Los días de atención son de lunes a sábado en los horarios de 10.30 hasta las 19.30. Cuentan con todas las medidas de bioseguridad para atender a los clientes. Priscila Pinell.