La niña de ocho años que fue abusada sexualmente por seis personas: el padre, el abuelastro, los dos hermanos y dos vecinos en el municipio Fernández Alonso, del departamento de Santa Cruz, vivía en completo abandono, sin ropa y sin comida. Ayer, la justicia determinó detención preventiva para su progenitor, mientras que su abuelastro se dio a la fuga.
“Lastimosamente, la niña vivía en una casa sola junto a sus dos hermanos, ya que sus padres viajaban a pueblos cercanos para trabajar y los dejaban por varias semanas abandonados”, contó la directora de la Defensoría Municipal, Lizbeth Mendoza, a Página Siete.
Aseguró que en esa vivienda -que era de un conocido del padre- había dos cuartos, uno para dormir y el otro para cocinar. La casa era muy precaria.
En la habitación sólo había un catre. “Ahí es donde dormía ella y sus dos hermanos mayores, de 13 y 16 años”, pero cuando llegaban sus papás ellos dormían en el catre y los niños debían tenderse la cama en el suelo.
Mendoza indicó que “se evidenció que los padres de los niños no vivían con ellos”, pues sólo llegaban cada dos o tres semanas y se quedaban por un tiempo corto. Cuando no estaban sus padres, los menores de edad debían cocinar y muchas veces no les alcanzaba los alimentos, por lo que se quedaban sin comida.
Debido a ello, remarcó que una vecina les invitaba algunos alimentos “por pena”, es por eso que la pequeña tiene bajo peso. Además, pese a que la niña estaba inscrita en la escuela, faltaba mucho a clases. También se verificó que la niña apenas tenía unas cuantas prendas de vestir, las cuales eran viejas y rotas.
Ese informe se dio a conocer luego de que la niña fue rescatada el pasado martes de su vivienda, ya que un vecino denunció de forma anónima que la pequeña era víctima de violación. Tras la denuncia, la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia del municipio de Minero acudió al lugar y aprehendió al progenitor. En tanto, se rescató a la niña y el informe médico forense descartó la vejación, aunque sí estableció abuso sexual.
“De acuerdo con el informe psicológico, la niña identificó a todos sus agresores”, acotó Mendoza tras apuntar a su padre como uno de los principales autores de esa agresión. La directora del DNA destacó que la pequeña relató que su progenitor cometía el abuso cuando él llegaba y “aparentemente su madre lo sabía”.
Asimismo, indicó que como ella se quedaba con sus hermanos mayores, ellos también cometían esa agresión contra ella. También el padrastro de su papá cometió ese delito, al igual que dos de los vecinos que tienen entre 11 y 14 años.
“El abuso se habría cometido durante un año, es decir desde que la niña tenía siete años”, lamentó. Tras la denuncia, el hermano mayor también fue llevado ante la justicia. Sin embargo, el abuelastro se dio a la fuga, aunque el Ministerio Público ya emitió su orden de aprehensión. Ahora es buscado en todo el país.
El director de la Felcv de Montero, Daylor Orihuela, relató que además del padre Rosendo O. R, otro de los agresores, el vecino de 14, “fueron llevados ante la Defensoría”.
El viernes se llevó la audiencia cautelar del progenitor y la justicia determinó la detención preventiva para el padre en el penal de Okinawa por 180 días. En tanto que el hermano mayor fue enviado al centro de rehabilitación para menores de edad, Cenvicruz, por 45 días.
Los otros tres acusados no pueden ser detenidos porque son menores de edad, por lo tanto inimputables. Ahora la niña fue llevada a un centro de acogida y esperan que sea transferida a otro hogar para evitar que retorne al lugar, “ya que los agresores son del mismo entorno familiar”. Mendoza lamentó que la madre no haya participado de la audiencia cautelar. “Estamos viendo complicidad”, afirmó. Agencias