Hasta el hospital pediátrico Manuel Ascencio Villarroel llegaron dos menores de edad con heridas producto de accidentes domésticos.
En el primer caso, un menor de siete años resultó con quemaduras de primer y segundo grado, luego de que se cayera a una olla con agua caliente.
Los familiares explicaron que el niño se sentó sobre la olla que se encontraba en el piso por un descuido, posteriormente socorrieron al menor por las lesiones que le provocó el agua caliente.
“Un niño que ha sufrido quemaduras por agua caliente debido a una mala supervisión del niño y a una olla que se encontraba a nivel del piso, tiene quemaduras que son profundas en el 20% de su superficie corporal por agua”, explicó el director del nosocomio, Dr. Raúl Copana.
La autoridad pidió a los padres de familia tener mayor precaución ante los constantes accidentes domésticos, principalmente quemaduras que son generados por descuidos que terminan afectado el resto de sus vidas a los menores.
“Este tipo de quemaduras es muy frecuente, es prevenible, no es necesario que los niños se quemen como vienen haciendo si los padres tienen más cuidado en sus cocinas”, aseveró.