Fueron los vecinos y comerciantes quienes se dieron cuenta de que dos menores de edad se encontraban encadenados, los dos niños de 6 y 8 años estaban atados y un candado impedía que se muevan libremente.
El hecho generó alarma e indignación, por lo que llamaron a la policía.
Los efectivos policiales y personal de la Defensoría de la niñez y adolescencia llegaron hasta el lugar y lograron liberarlos cortando las cadenas.
Según informó el responsable de la dirección de Igualdad de oportunidades, Jhasmani Terán, se encontraron a tres niños, los dos niños y su hermana de 10 años, que fueron evacuados a un hospital.
“Se ha hecho una revisión general y de toda esta valoración que se ha realizado podemos informar de que los menores se encuentran bien de salud, de igual manera en el informe psicosocial menciona que los niños no habrían recibido maltratos psicológicos, ni social”, explicó.
Los menores se encontrarían a cargo de su abuela y su hermana mayor de 15 años, debido a que su papá falleció y su mamá trabaja en Chile.
La mujer de la tercera edad trató de justificar que encadenó a los menores, señalando que los niños son muy traviesos y que salen a jugar a la calle.
“La misma manifiesta de que lo habría realizado porque los niños son muy traviesos y suelen salirse y con el fin de que los mismos no corran peligro al momento de pasar las calles o al momento de salir al centro de la ciudad, habría cometido este accionar”, añade.
Pese a que la abuela se mostró arrepentida, fue remitida a la Fuerza especial de lucha contra el crimen, donde podría ser procesada por privación de libertad.
Mientras tanto los niños fueron remitidos a un hogar temporal, “al momento de que los menores han sido llevados a un centro, se han puesto a llorar por la abuelita, la abuelita los quiere mucho, sin embargo, creo que tenemos por regirnos por esa normativa y por los protocolos de atención, no se puede concebir la idea de que en pleno siglo XXI tengamos a niños encadenados”, finalizó Terán.