La muerte repentina de Christian Emilio Gosen, el falso médico que operaba sin tener conocimiento especializado, dejó “helada” a la defensa de al menos 20 de las personas que lo señalaban de haber cometido “mala praxis” médica.
La Policía confirmó que el hombre, de nacionalidad chilena, se disparó en la cabeza luego de haber atentado contra la vida de su pareja cuando ambos estaban en un centro de hemodiálisis al que el sujeto asistía como parte de un tratamiento renal.
De acuerdo con el reporte de la fuerza del orden, pidió permiso para ir al baño acompañado de su compañera sentimental y luego se escucharon disparos. Ambos tenían heridas mortales en la cabeza.
Roxana Cuéllar, abogada de las víctimas de este sujeto, expresó su desazón pues con el deceso del principal investigado “lo que nos indica la ley es que prácticamente una vez el imputado fallece, el proceso se extingue”.
Es decir, que no hay forma de seguir adelante porque no habrá a quien castigar “y en este caso, ya ni siquiera a la pareja que era prácticamente una coautora, tampoco, no hay quien nos responda por el daño causado”.
Cuéllar también se refirió a que ahora ya no habría ni siquiera un resarcimiento económico, que pedían algunas víctimas de este falso médico, porque antes se debía tener una sentencia ejecutoriada “la cual no va a llegar, porque el proceso prácticamente muere ahí”.
Sobre la petición de los familiares de las víctimas de una certificación de la muerte de Gosen, la abogada indicó que inicialmente se está a la espera del informe oficial de la Policía para tener datos certeros de la gente que ha estado alrededor de este hecho y que se espera que las autoridades competentes les permitan tener acceso a la autopsia. Agencias.